1. 66 la GACETA Domingo, 15 de noviembre de 2009
Así es el centrocampista blanco fuera de los terrenos de juego
Paul Tenorio. Madrid.
José María Gutiérrez Hernández es una
estrella de rock que se gana la vida jugan-
do al balón. La metáfora no lo es tanto,
pues siempre ha afirmado que le hubiera
gustado ganarse la vida sobre un escena-
rio de no haber podido hacerlo sobre un
trozo de césped. Detrás de esa fachada
arrogante, de sus carísimos pendientes y
de su cuerpo tatuado más propio de
Woodstock que del Bernabéu, se escon-
de un chico educado, tímido, muy irasci-
ble y con inseguridades. Como todos los
genios, tiene una arista repulsiva.
¿Pero es Guti un genio? Algunos le con-
sideran simplemente un cretino, pero en
el mundo del fútbol nadie pone en duda
que está tocado por una varita mágica.
Zidane o Ronaldo (palabras mayores)
dijeron a su llegada al equipo blanco que
el jugador que más les había impresiona-
do era el centrocampista de Torrejón de
Ardoz.
Catalogado como el mejor pasador del
planeta por muchos técnicos españoles y
extranjeros, su habilidad para encontrar
huecos inverosímiles en el campo no radi-
ca en la exquisita precisión que atesora
en su pierna izquierda, sino en su visión
periférica. Guti parece tener varios pares
de ojos que escrutan un ángulo de 360
grados. Siempre se adelanta al movi-
miento que aún no han diseñado tanto
sus compañeros como sus rivales, y eje-
cuta el pase a la perfección, ganando
metros imposibles, tan preciso como el
mejor.
Para mucha gente, el Real Madrid
nunca juega bien sin Guti. Sin duda algu-
na, su forma de jugar al fútbol denota una
gran inteligencia, un cerebro capaz de
procesar mucha información a gran velo-
El jugador ha vuelto a
estar en boca de todos
después de sus
polémicas palabras
en La Gaceta
Lo ha dicho repetidas veces: a Guti le
hubiera encantado ser cantante de un
grupo de rock, quizá embelesado por
esa vida de excesos, mujeres y desen-
freno que se les presupone a los rocke-
ros y que nadie les critica. En realidad,
está muy cerca de ese ambiente. José
María Gutiérrez ha creado su propio
sello discográfico (Púa Producciones)
y se ha iniciado en el mundo de la re-
presentación musical. Actualmente, es
el manager de un grupo llamado ‘Pre-
ciados’, del que dice que son “guapos,
con buena voz y buenas canciones”. El
pasado mes de junio tuvo lugar la pre-
sentación oficial del futbolista como
representante de esta banda en la sala
El Sol de Madrid. En el acto estuvo su
ex mujer Arantxa de Benito, con la que
mantiene una excelente relación tras
una azarosa vida en común y un divor-
cio todavía reciente.
Además, es muy amigo del grupo Pere-
za, El Canto del Loco y de Álvaro Benito,
ex futbolista del Real Madrid y líder de
la formación Pignoise. Recientemen-
te ha podido cumplir su sueño de po-
nerse delante del micrófono haciendo
los coros a un atlético de toda la vida,
Joaquín Sabina, y Pereza en el tema ‘Ti-
ramisú de Limón’, primer sencillo de su
próximo álbum ‘Vinagre y Rosas’, que
se presenta este mes. También hizo
un cameo en la película ‘Torrente 3: El
Protector’, en la que se interpretaba a
sí mismo.
Además de la industria musical y sus
pinitos en el cine, Guti está embarcado
en otros negocios, como el restauran-
te Barroque, un local vanguardista de
alta cocina mediterránea que abrió en
Madrid junto a Fonsi Nieto y Rafael Me-
dina y donde nuestra compañera María
Zabay le entrevistó recientemente para
Intereconomía TV.
Su vida más allá del fútbol
Le hubiera gustado ser estrella del rock
Cuentan los que le
conocen que es tímido y
sensible, pero también
arrogante y pendenciero
Deportes_Fútbol
Guti o la historia de un
fenómeno inexplicable
De niño era culé y picaba
a sus compañeros de
vestuario con los éxitos
del Barça de Cruyff
cidad y de ordenar a sus extremidades
inferiores ejecutar con precisión la solu-
ción más adecuada para cada momento.
Vaya, que no es tonto. Y malo, tampoco.
Entonces, ¿por qué ha tenido problemas
con todos los entrenadores que le ha teni-
do a lo largo de estos quince años? ¿Por
qué ha sido sólo 13 veces internacional?
¿Por qué no se ha asentado nunca como
titular indiscutible? ¿Por qué nunca le
han echado?
Del Barça al Madrid
Guti creció en una humilde familia de la
localidad madrileña de Torrejón de
Ardoz y, a los 9 años, ingresó en la cante-
ra del Real Madrid. Su madre Carmen,
a la que el jugador adora por encima de
todo y de todos, le remendaba las botas
para que pudiera seguir jugando sin gas-
tar mucho, pues no iban precisamente
sobrados de dinero. Era seguidor del Fút-
bol Club Barcelona hasta el punto de que
en su taquilla tenía un escudo blaugrana
y, dado su carácter pendenciero y bro-
mista, aprovechaba los éxitos del equipo
azulgrana para picar a sus amigos y com-
pañeros de vestuario. Esto le costó algún
que otro disgusto en las viejas instalacio-
nes madridistas del barrio de Begoña
aunque, lógicamente, el tiempo despla-
zó a los azulgranas de su corazón. Pero
es este transfuguismo el que ejemplifica
de una manera clara una carrera llena de
bandazos.
Guti estuvo muy cerca de recalar en La
Masía cuando, siendo juvenil y sin con-
trato profesional, el equipo catalán se
interesó por él. Puso el tema en conoci-
miento de su club y se quedó con un buen
contrato. Su madre Carmen tuvo mucho
que ver: su hijo no se marchó a la ciudad
condal porque no podía separarse de ella.
Todavía el pasado jueves, cuando inau-
guró un polideportivo en su localidad
natal con su nombre, se emocionó al
obsequiar con unas flores a su progeni-