La guerra en Irak comenzó en 2003 cuando Estados Unidos invadió el país liderado por una coalición multinacional con el objetivo de desarmar a Irak y derrocar a Saddam Hussein, alegando falsamente que Irak poseía armas de destrucción masiva. La guerra resultó en grandes costos económicos, más de 650,000 víctimas mortales y daños ambientales que tardarán décadas en repararse.