Este cuento trata sobre tres ricos cuyas carabelas coincidieron en un viaje y llegaron a una aldea empobrecida. El primero repartió todo su oro y joyas entre la gente. El segundo dio toda su comida y bebida para ayudarlos. El tercero siguió de largo pero regresó días después con herramientas y semillas para ayudarlos a luchar contra la pobreza. El cuento enseña que la verdadera solidaridad es ayudar a otros desinteresadamente para mejorar sus vidas, no por ostentación