3.
HORA
SANTA
Después
del
miércoles
de
ceniza
“He
venido
como
mensajero
de
la
verdad
y
de
la
esperanza
a
confirmarlos
en
la
fe,
a
dejarles
un
mensaje
paz
y
de
reconciliación
en
Cristo”.
Juan
Pablo
II.
1. EXPOSICIÓN
DEL
SANTÍSIMO
Canto:
En
Jesús
puse
toda
mi
esperanza.
(Ver
anexo)
Estación
(el
presbítero
o
diácono)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz,
venimos
a
nutrir
nuestra
fe;
en
este
encuentro
de
amor,
donde
te
contemplamos
en
la
Eucaristía
como
el
Dios
vivo
que
nos
acompaña
en
nuestros
gozos
y
esperanzas,
en
nuestros
dolores
y
miedos.
Al
contemplarte
nos
transformas
desde
nuestro
interior
y
nos
haces
descubrir
que
nuestra
esperanza
es
más
fuerte
que
nuestros
miedos.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz;
Eres
nuestro
consuelo
en
el
sufrimiento,
llénanos
de
tu
amor,
de
tu
fuerza,
de
tu
compasión,
de
tu
perdón.
Queremos
superar
nuestros
miedos
y
abrirte
las
puertas
de
nuestro
corazón,
queremos
ser
mensajeros
de
tu
paz.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz,
Eres
nuestro
compañero
en
el
camino;
Luz
radiante
que
ilumina
nuestra
oscuridad;
Lámpara
que
alumbra
nuestro
camino.
Eres
Tú
quien
das
valor
a
nuestro
espíritu,
para
vivir
con
esperanza,
y
sacudirnos
el
yugo
del
miedo.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Oración
3
4.
Señor,
Padre
Santo
que
en
Jesucristo,
tu
Hijo,
presente
realmente
en
la
Eucaristía,
nos
das
el
testimonio
más
grande
de
la
fidelidad
de
tu
amor
te
pedimos
que
nos
concedas
en
esta
cuaresma,
por
la
oración,
el
ayuno
y
la
limosna,
que
la
escucha
atenta
de
tu
Palabra
ilumine
nuestras
vidas
para
que
no
tengamos
miedo
de
abrir
las
puertas
de
nuestro
corazón
a
Cristo,
y
así;
sepamos
sobrellevar
los
difíciles
momentos
marcados
por
el
dolor
y
el
sufrimiento
y
podamos
perseverar
como
hijos
tuyos
dando
testimonio
de
tu
amor.
Por
nuestro
Señor
Jesucristo,
tu
Hijo,
que
vive
y
reina
contigo
en
la
unidad
del
Espíritu
Santo
y
es
Dios
por
los
siglos
de
los
siglos.
Amén.
Adoración
personal.
1. LECTURA
ORANTE.
Del
profeta
Joel
2,12
«Esto
dice
el
Señor:
“Todavía
es
tiempo
conviértanse
a
mí
de
todo
corazón
con
ayunos,
con
lágrimas
y
con
luto.
Enluten
su
corazón
y
no
sus
vestidos;
Vuelvan
al
Señor
su
Dios,
porque
es
compasivo
y
misericordioso,
lento
a
la
cólera,
rico
en
clemencia;
y
se
conmueve
ante
la
desgracia"»
Palabra
de
Dios.
De
que
trata
el
texto:
LECTOR
1.
El
texto
es
una
invitación
a
todos
sin
excepción
a
la
penitencia.
Dios
es
misericordioso
y
esta
siempre
atento
para
darnos
su
bendición
si
hay
un
arrepentimiento
sincero
y
puro
nacido
del
corazón.
No
basta
con
rasgarse
las
vestiduras
externas,
es
necesario
rasgarse
el
corazón
mostrar
actitudes
de
amor
y
misericordia,
pues
El
es
bueno
y
misericordioso.
2. MEDITACIÓN
¿Qué
me
dice
el
texto?
LECTOR
2.
La
cuaresma
es
una
oportunidad
para
transformar
los
miedos,
las
angustias
las
desilusiones:
¿cuál
es
mi
proyecto
de
conversión
para
esta
cuaresma?
El
Papa
Benedicto
XVI
en
su
mensaje
de
cuaresma
nos
dice:
“La
Cuaresma,
que
nos
lleva
a
la
celebración
de
la
Santa
Pascua,
es
para
la
Iglesia
un
tiempo
litúrgico
muy
valioso
e
importante.
La
comunidad
eclesial,
asidua
en
la
oración
y
en
la
caridad
operosa,
mientras
mira
hacia
el
encuentro
definitivo
con
su
Esposo
en
la
Pascua
eterna,
intensifica
su
camino
de
purificación
en
el
espíritu,
para
obtener
con
más
abundancia
del
Misterio
de
la
redención
la
vida
nueva
en
Cristo
Señor.
El
Bautismo,
por
tanto,
no
es
un
rito
del
pasado
sino
el
encuentro
con
Cristo
que
conforma
toda
la
existencia
del
bautizado,
le
da
la
vida
divina
y
lo
llama
a
una
conversión
sincera,
iniciada
y
sostenida
por
la
Gracia,
que
lo
lleve
a
alcanzar
la
talla
adulta
de
Cristo.
4
5.
Este
don
gratuito
debe
ser
reavivado
en
cada
uno
de
nosotros
y
la
Cuaresma
nos
ofrece
un
recorrido
análogo
al
catecumenado,
que
para
los
cristianos
de
la
Iglesia
antigua,
así
como
para
los
catecúmenos
de
hoy,
es
una
escuela
insustituible
de
fe
y
de
vida
cristiana:
viven
realmente
el
Bautismo
como
un
acto
decisivo
para
toda
su
existencia”.
3. ORACIÓN
¿Qué
palabras
me
brotan
del
corazón
después
de
contemplar
este
texto
del
profeta
Joel?
Ante
la
presencia
de
Jesús
sacramentado
¿qué
proyecto
cuaresmal
asumo?
Descubro
ante
Jesús
mis
miedos
que
me
impiden
abrirle
las
puertas
de
mi
corazón
para
que
el
me
da
la
valentía
y
la
audacia
para
mantener
viva
mi
esperanza.
4.
CONTEMPLACIÓN
LECTOR
1.
Recordemos
el
testimonio
del
siervo
de
Dios
Juan
Pablo
II
que
será
beatificado
el
próximo
1º
de
mayo.
Al
encontrarse
con
el
pueblo
de
Cuba
dijo:
“He
venido
como
mensajero
de
la
verdad
y
de
la
esperanza
a
confirmarlos
en
la
fe
a
dejarles
un
mensaje
paz
y
de
reconciliación
en
Cristo”.
LECTOR
2.
A
la
luz
de
este
testimonio,
descubrimos
ante
Jesús
sacramentado
que
hoy
necesitamos
más
que
nunca
ser
valientes
mensajeros
de
la
verdad.
En
los
tiempos
difíciles
que
vive
nuestra
patria
es
necesario
despojarnos
de
la
cobardía
para
reconstruir
la
esperanza,
en
aquellos
que
viven
sin
esperanza.
5. BENDICIÓN.
OREMOS
El
Señor
nos
bendiga
y
nos
guarde.
R.
/Amén.
Que
haga
resplandecer
su
rostro
sobre
nosotros
y
nos
muestre
su
misericordia.
R.
/Amén.
Que
vuelva
su
mirada
hacia
nosotros
y
nos
conceda
su
paz.
R.
/Amén.
(Bendición
con
el
Santísimo
Sacramento)
ACLAMACIONES
Bendito
sea
Dios.
5
6. Bendito
sea
su
santo
nombre.
Bendito
sea
Jesucristo,
verdadero
Dios
y
verdadero
hombre.
Bendito
sea
el
nombre
de
Jesús.
Bendito
sea
su
sacratísimo
Corazón.
Bendita
sea
su
preciosísima
Sangre.
Bendito
sea
Jesús
en
el
Santísimo
Sacramento
del
altar.
Bendito
sea
el
Espíritu
Santo
Consolador
Bendita
sea
la
gran
Madre
de
Dios,
María
Santísima.
Bendita
sea
su
santa
e
inmaculada
Concepción.
Bendita
sea
su
gloriosa
Asunción.
Bendito
sea
el
nombre
de
María,
Virgen
y
Madre.
Bendito
sea
San
José,
su
castísimo
esposo.
Bendito
sea
Dios
en
sus
ángeles
y
en
sus
santos.
RESERVA
Acabada
la
bendición,
el
mismo
sacerdote
o
diácono
que
dio
la
bendición,
u
otro
sacerdote
o
diácono,
reserva
el
Sacramento
en
el
sagrario
y
hace
genuflexión,
mientras
el
pueblo,
si
se
juzga
oportuno,
hace
alguna
aclamación,
y
finalmente
el
ministro
se
retira.
Canto
eucarístico.
6
7. HORA
SANTA
Primera
semana
de
Cuaresma
“No
tengan
miedo
de
abrir
las
puertas
de
su
corazón
a
Cristo”.
Juan
Pablo
II.
1. EXPOSICIÓN
DEL
SANTÍSIMO
Canto:
En
Jesús
puse
toda
mi
esperanza
(Ver
anexo)
Estación
(el
presbítero
o
diácono)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz,
eres
nuestra
Salvación;
socorre
nuestros
pueblos
con
la
fuerza
de
tu
amor,
nosotros,
pueblo
tuyo
y
ovejas
de
tu
rebaño,
queremos
renovarnos
con
la
fuerza
de
tu
amor.
Transfórmanos,
para
que
con
la
fuerza
de
tu
Palabra
salgamos
victoriosos
frente
a
las
tentaciones
del
maligno
enemigo.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz;
Eres
nuestro
consuelo
en
el
sufrimiento.
Fortalécenos;
haznos
capaces
de
ser
testigos
de
tu
compasión,
de
te
perdón.
Úngenos
con
tu
amor
para
liberarnos
del
dominio
del
mal;
para
no
tener
miedo
y
abrirte
las
puertas
de
nuestro
corazón.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz,
Eres
nuestro
compañero
en
el
camino;
Luz
en
nuestra
oscuridad.
Infunde
en
nuestros
corazones
la
esperanza,
para
sacudirnos
el
yugo
del
miedo
que
nos
paraliza.
Fortalécenos
para
que
en
el
itinerario
cuaresmal
te
contemplemos
como
el
Señor
de
nuestra
vida,
la
misma
vida
que
recibimos
cuando
renacimos
en
el
agua
y
el
Espíritu.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Oración
Señor,
Padre
Santo
que
en
Jesucristo,
tu
Hijo,
presente
realmente
en
la
Eucaristía,
nos
das
el
testimonio
más
grande
de
la
fidelidad
de
tu
amor,
te
pedimos
que
nos
concedas
en
esta
cuaresma,
que
la
escucha
atenta
de
tu
Palabra
ilumine
nuestras
vidas
para
descubrir
y
vencer
las
tentaciones
del
maligno
enemigo
y
superados
7
8. nuestros
miedos
podamos
sobrellevar
los
momentos
marcados
por
el
dolor
y
el
sufrimiento
y
perseverar
como
hijos
tuyos
dando
testimonio
de
tu
amor.
Por
nuestro
Señor
Jesucristo,
tu
Hijo,
que
vive
y
reina
contigo
en
la
unidad
del
Espíritu
Santo
y
es
Dios
por
los
siglos
de
los
siglos.
Amén.
Adoración
personal.
2. LECTURA
ORANTE.
Del
Evangelio
según
san
Mateo
4,1-11
«En
aquel
tiempo,
Jesús
fue
conducido
al
desierto
por
el
Espíritu
para
ser
tentado
por
el
demonio.
Y
después
de
ayunar
cuarenta
días
con
sus
cuarenta
noches,
al
fin
sintió
hambre.
El
tentador
se
le
acercó
y
le
dijo:
"Si
eres
Hijo
de
Dios,
di
que
estas
piedras
se
conviertan
en
panes."
Pero
él
le
contestó,
diciendo:
"Está
escrito:
"No
sólo
de
pan
vive
el
hombre,
sino
de
toda
palabra
que
sale
de
la
boca
de
Dios."
Entonces
el
diablo
lo
llevó
a
la
ciudad
santa,
lo
pone
en
la
parte
más
alta
del
templo
y
le
dijo:
"Si
eres
Hijo
de
Dios,
tírate
abajo,
porque
está
escrito:
"Encargará
a
los
ángeles
que
cuiden
de
ti,
y
te
sostendrán
en
sus
manos,
para
que
tu
pie
no
tropiece
con
las
piedras.""
Jesús
le
dijo:
"También
está
escrito:
"No
tentarás
al
Señor,
tu
Dios."
Luego
lo
llevó
el
diablo
a
un
monte
muy
alto
y,
mostrándole
los
reinos
del
mundo
y
su
gloria,
le
dijo:
"Todo
esto
te
daré,
si
te
postras
y
me
adoras."
Entonces
le
dijo
Jesús:
"Vete,
Satanás,
porque
está
escrito:
"Al
Señor,
tu
Dios,
adorarás
y
a
solo
a
él
le
servirás."
Entonces
lo
dejó
el
diablo,
y
se
acercaron
los
ángeles
para
servirle.»
Palabra
del
Señor.
De
que
trata
el
texto:
El
texto
nos
presenta
la
dura
confrontación
de
Jesús
con
el
enemigo,
que
será
constante
a
lo
largo
del
camino
y
al
que
vencerá.
También
se
confrontan
dos
tipos
de
mesianismos;
el
del
poder,
el
prestigio,
el
de
las
soluciones
fáciles
y
rápidas
y
el
mesianismo
del
Siervo
sufriente,
que
carga
con
los
pecados
de
su
pueblo
y
vive
cara
a
Dios
y
en
solidaridad
con
los
pobres
y
excluidos.
3. MEDITACIÓN
¿Qué
me
dice
el
texto?
LECTOR
1.
El
día
que
fuimos
bautizados
sobre
nuestro
pecho
se
nos
ungió
para
“darnos
la
fuerza
de
Cristo
Salvador”;
así
fuimos
arrancados
de
las
tinieblas
y
fuimos
trasladados
al
reino
de
la
luz.
Para
poder
vencer
el
miedo
y
abrir
las
puertas
a
Cristo,
habrá
que
renovar
esta
fuerza
bautismal
para
vencer
al
tentador.
8
9. ¿Estoy
dispuesto
a
renovarme
consciente
que
poseo
la
fuerza
de
Cristo
para
vencer
los
miedos
provocados
por
la
insidia
del
maligno?
LECTOR
2.
El
Papa
Benedicto
XVI
en
su
mensaje
de
cuaresma
nos
dice:
«El
primer
domingo
del
itinerario
cuaresmal
subraya
nuestra
condición
de
hombre
en
esta
tierra.
La
batalla
victoriosa
contra
las
tentaciones,
que
da
inicio
a
la
misión
de
Jesús,
es
una
invitación
a
tomar
conciencia
de
la
propia
fragilidad
para
acoger
la
Gracia
que
libera
del
pecado
e
infunde
nueva
fuerza
en
Cristo,
camino,
verdad
y
vida.
Es
una
llamada
decidida
a
recordar
que
la
fe
cristiana
implica,
siguiendo
el
ejemplo
de
Jesús
y
en
unión
con
él,
una
lucha
«contra
los
Dominadores
de
este
mundo
tenebroso»
(Ef
6,
12),
en
el
cual
el
diablo
actúa
y
no
se
cansa,
tampoco
hoy,
de
tentar
al
hombre
que
quiere
acercarse
al
Señor:
Cristo
sale
victorioso,
para
abrir
también
nuestro
corazón
a
la
esperanza
y
guiarnos
a
vencer
las
seducciones
del
mal.»
4. ORACIÓN
¿Qué
palabras
me
brotan
del
corazón
después
de
contemplar
este
texto
del
Evangelio?
Ante
la
presencia
de
Jesús
sacramentado
abre
tu
corazón
a
la
esperanza
y
déjate
guiar
por
Cristo
para
vencer
las
seducciones
del
mal.
Descubro
ante
Jesús
mis
miedos
que
me
impiden
abrirle
las
puertas
de
mi
corazón
para
que
el
me
da
la
valentía
y
la
audacia
para
mantener
viva
mi
esperanza.
5. CONTEMPLACIÓN
LECTOR
1.
Recordemos
el
testimonio
del
siervo
de
Dios
Juan
Pablo
II
que
será
beatificado
el
próximo
1º
de
mayo.
LECTOR
2.
Juan
Pablo
II
al
iniciar
su
la
inauguración
de
su
pontificado
nos
dio
este
mensaje:
“No
tengan
miedo
de
abrir
las
puertas
de
su
corazón
a
Cristo”.
LECTOR
1.
Descubro
ante
Jesús
sacramentado
que
hoy
necesitamos
más
que
nunca
abrir
las
puertas
de
par
en
par;
del
corazón,
de
la
razón
y
de
los
sentimientos
a
Cristo
LECTOR
2.
Soy
consciente
que
el
tentador
trata
de
desalentarnos
para
vencernos,
pero
que
nosotros
tenemos
la
Fuerza
de
Cristo
que
nos
transforma
desde
nuestro
interior
para
que
podamos
continuar
en
nuestra
tarea
de
ser
constructores
de
paz.
6. BENDICIÓN.
OREMOS
9
10. El
Señor
nos
bendiga
y
nos
guarde.
R.
/Amén.
Que
haga
resplandecer
su
rostro
sobre
nosotros
y
nos
muestre
su
misericordia.
R.
/Amén.
Que
vuelva
su
mirada
hacia
nosotros
y
nos
conceda
su
paz.
R.
/Amén.
(Bendición
con
el
Santísimo
Sacramento)
ACLAMACIONES
Bendito
sea
Dios.
Bendito
sea
su
santo
nombre.
Bendito
sea
Jesucristo,
verdadero
Dios
y
verdadero
hombre.
Bendito
sea
el
nombre
de
Jesús.
Bendito
sea
su
sacratísimo
Corazón.
Bendita
sea
su
preciosísima
Sangre.
Bendito
sea
Jesús
en
el
Santísimo
Sacramento
del
altar.
Bendito
sea
el
Espíritu
Santo
Consolador
Bendita
sea
la
gran
Madre
de
Dios,
María
Santísima.
Bendita
sea
su
santa
e
inmaculada
Concepción.
Bendita
sea
su
gloriosa
Asunción.
Bendito
sea
el
nombre
de
María,
Virgen
y
Madre.
Bendito
sea
San
José,
su
castísimo
esposo.
Bendito
sea
Dios
en
sus
ángeles
y
en
sus
santos.
RESERVA
Acabada
la
bendición,
el
mismo
sacerdote
o
diácono
que
dio
la
bendición,
u
otro
sacerdote
o
diácono,
reserva
el
Sacramento
en
el
sagrario
y
hace
genuflexión,
mientras
el
pueblo,
si
se
juzga
oportuno,
hace
alguna
aclamación,
y
finalmente
el
ministro
se
retira.
Canto
eucarístico.
10
11.
HORA
SANTA
Segunda
semana
de
Cuaresma
“Hemos
de
ver
el
pasado
con
gratitud,
vivir
el
presente
con
responsabilidad
y
proyectarnos
al
futuro
con
esperanza”.
Juan
Pablo
II.
1. EXPOSICIÓN
DEL
SANTÍSIMO
Canto:
En
Jesús
puse
toda
mi
esperanza
(Ver
anexo)
Estación
(el
presbítero
o
diácono)
Señor
Jesús
tu
eres
nuestra
paz;
Tú
voz
nos
da
vida,
tú
Palabra
es
liberadora
y
llena
de
sabiduría.
Cuando
te
escuchamos
se
ilumina
nuestra
mente
y
nuestro
corazón;
nos
devuelves
la
mirada
de
la
inocencia
que
nos
permite
ver
el
mundo
como
tú
lo
vez
y
descubrir
tu
bondad
en
todas
las
creaturas.
Te
bendecimos
al
descubrirte
siempre
presente
en
nuestra
historia,
lo
que
nos
permite
ver
nuestro
pasado
con
gratitud.
(Padre
Nuestro,
Ave
María,
Gloria
y
canto)
11
12. Señor
Jesús
tu
eres
nuestra
paz.
Venimos
a
escucharte,
Tú
eres
el
Hijo,
el
amado
de
Dios.
Cumplir
nuestra
la
misión
que
nos
confías
en
situaciones
de
violencia
y
de
inseguridad
nos
atemoriza.
Nos
vemos
como
Pedro
y
sus
compañeros,
acobardados
cuando
les
anunciaste
tu
Pasión.
Queremos
subir
contigo
a
la
montaña
de
la
Transfiguración
y
contemplar
tu
Gloria
para
confirmarnos
como
discípulos
tuyos,
dispuestos
a
llevar
la
cruz
de
cada
día.
(Padre
Nuestro,
Ave
María,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús
tu
eres
nuestra
paz;
esta
Cuaresma
queremos
redescubrir
nuestro
bautismo
para
sumergirnos
en
tu
amor,
en
el
misterio
de
tu
muerte
y
resurrección
que
nos
impulsa
cada
día
a
liberar
nuestro
corazón
y
proyectar
el
futuro
con
esperanza.
(Padre
Nuestro,
Ave
María,
Gloria
y
canto)
Oración
Señor
Padre
Rico
en
Misericordia
que
nos
mandas
escuchar
a
tu
Hijo
Amado,
nutre
nuestra
fe
con
tu
palabra
y
purifica
nuestras
vidas,
para
que
podamos
alegrarnos
en
la
contemplación
de
tu
gloria.
Ayúdanos
a
entender
que
la
pasión
es
el
camino
de
la
resurrección.
Por
Jesucristo
Nuestro
Señor.
Adoración
personal
2. LECTURA
ORANTE
Del
Evangelio
de
Mateo
17,1-9
«En
aquel
tiempo,
Jesús
tomó
consigo
a
Pedro,
a
Santiago
y
a
su
hermano
Juan
y
los
hizo
subir
a
solas
con
él
a
un
monte
elevado.
Se
transfiguró
en
su
presencia:
su
rostro
se
puso
resplandeciente
como
el
sol,
y
sus
vestidos
se
volvieron
blancas
como
la
nieve.
De
pronto
aparecieron
entre
ellos
Moisés
y
Elías
conversando
con
Jesús.
Pedro,
entonces,
tomó
la
palabra
y
dijo
a
Jesús:
"Señor,
¡qué
bueno
sería
quedarnos
aquí!
Si
quieres,
haré
tres
tiendas:
una
para
ti,
otra
para
Moisés
y
otra
para
Elías."
Todavía
estaba
hablando
cuando
una
nube
luminosa
los
cubrió
con
su
sombra,
y
una
voz
desde
la
nube
decía:
"Éste
es
mi
Hijo,
muy
amado,
en
quien
tengo
puestas
mis
complacencias
escúchenlo."
Al
oírlo,
los
discípulos
cayeron
rostro
en
tierra,
llenos
de
espanto.
Jesús
se
acercó
y,
tocándolos,
les
dijo:
"Levántense
y
no
teman."
Al
alzar
los
ojos,
no
vieron
a
nadie
más
que
a
Jesús,
solo.
Cuando
bajaban
de
la
montaña,
Jesús
les
mandó:
"No
lo
cuenten
a
nadie
lo
que
han
visto,
hasta
que
el
hijo
del
hombre
haya
resucitado
de
entre
los
muertos”.»
Palabra
del
Señor
De
que
trata
el
texto:
12
13. Los
discípulos
se
sienten
desanimados
después
de
escuchar
el
anuncio
de
la
pasión
de
Jesús
y
conocer
las
consecuencias
de
su
seguimiento.
La
transfiguración
es
una
palabra
de
ánimo,
pues
en
ella
se
manifiesta
la
gloria
de
Jesús
y
se
anticipa
su
victoria
sobre
la
cruz.
3. MEDITACIÓN
¿Qué
me
dice
el
texto?
LECTOR
1.
Los
acontecimientos
recientes
de
violencia
que
vivimos
en
la
patria
nos
desaniman,
nos
confunden
y
podemos
perder
el
sentido
de
nuestra
vida.
Al
escuchar
las
palabras
de
Juan
Pablo
II
de
proyectarnos
en
el
futuro
con
esperanza;
al
contemplar
este
evangelio
donde
se
anticipa
la
resurrección
de
Jesús
y
se
anuncia
que
el
verdadero
destino
del
hombre
que
es
participar
de
la
gloria
de
Dios
¿Cómo
esta
mi
esperanza?
LECTOR
2.
Jesús
es
la
fuente
de
nuestra
esperanza,
en
las
oscuridades,
frustraciones
y
crisis,
sólo
el
encuentro
con
Él
es
capaz
de
transformar
nuestros
miedos
e
inseguridades
en
tranquilidad
y
paz.
¿Acudo
a
constantemente
a
Jesús
para
fortalecer
mi
esperanza
y
superar
mis
miedos?
LECTOR
1.
El
Papa
Benedicto
XVI
en
su
mensaje
de
cuaresma
nos
dice:
«El
Evangelio
de
la
Transfiguración
del
Señor
pone
delante
de
nuestros
ojos
la
gloria
de
Cristo,
que
anticipa
la
resurrección
y
que
anuncia
la
divinización
del
hombre.
La
comunidad
cristiana
toma
conciencia
de
que
es
llevada,
como
los
Apóstoles
Pedro,
Santiago
y
Juan
«aparte,
a
un
monte
alto»,
para
acoger
nuevamente
en
Cristo,
como
hijos
en
el
Hijo,
el
don
de
la
gracia
de
Dios:
«Este
es
mi
Hijo
amado,
en
quien
me
complazco;
escuchadle».
Es
la
invitación
a
alejarse
del
ruido
de
la
vida
diaria
para
sumergirse
en
la
presencia
de
Dios:
él
quiere
transmitirnos,
cada
día,
una
palabra
que
penetra
en
las
profundidades
de
nuestro
espíritu,
donde
discierne
el
bien
y
el
mal
y
fortalece
la
voluntad
de
seguir
al
Señor.»
4. ORACIÓN
LECTOR
2.
¿Qué
palabras
me
brotan
del
corazón
decirle
a
Dios
después
de
contemplar
este
texto
del
Evangelio
de
Mateo?
El
día
de
nuestro
bautizo
fuimos
transformados
en
una
nueva
creatura
y
nos
revestimos
de
Cristo,
esa
vestidura
blanca
es
el
signo
de
nuestra
nueva
dignidad
de
cristianos.
Este
es
un
buen
momento
para
agradecer
el
haber
sido
transformados
en
Cristo.
13
14. 5. CONTEMPLACIÓN
LECTOR
1.
Juan
Pablo
II
nos
animaba
diciendo:
“Hemos
de
ver
el
pasado
con
gratitud,
vivir
el
presente
con
responsabilidad
y
proyectarnos
al
futuro
con
esperanza”.
Después
de
este
acto
de
adoración
¿qué
actitud
tendré
ante
los
acontecimientos
que
nos
entristecen?
Juan
Pablo
II
también
nos
recordaba
que:
“La
cruz
se
transforma
también
en
símbolo
de
esperanza.
De
instrumento
de
castigo,
se
convierte
en
imagen
de
vida
nueva,
de
un
mundo
nuevo".
¿Estoy
dispuesto
de
vivir
mi
compromiso
bautismal
de
transformar
la
cruz
de
cada
día
en
signo
de
esperanza?
6. BENDICIÓN
OREMOS
El
Señor
nos
bendiga
y
nos
guarde.
R.
/Amén.
Que
haga
resplandecer
su
rostro
sobre
nosotros
y
nos
muestre
su
misericordia.
R.
/Amén.
Que
vuelva
su
mirada
hacia
nosotros
y
nos
conceda
su
paz.
R.
/Amén.
(Bendición
con
el
Santísimo
Sacramento)
ACLAMACIONES
Bendito
sea
Dios.
Bendito
sea
su
santo
nombre.
Bendito
sea
Jesucristo,
verdadero
Dios
y
verdadero
hombre.
Bendito
sea
el
nombre
de
Jesús.
Bendito
sea
su
sacratísimo
Corazón.
Bendita
sea
su
preciosísima
Sangre.
Bendito
sea
Jesús
en
el
Santísimo
Sacramento
del
altar.
Bendito
sea
el
Espíritu
Santo
Consolador
Bendita
sea
la
gran
Madre
de
Dios,
María
Santísima.
Bendita
sea
su
santa
e
inmaculada
Concepción.
Bendita
sea
su
gloriosa
Asunción.
Bendito
sea
el
nombre
de
María,
Virgen
y
Madre.
Bendito
sea
San
José,
su
castísimo
esposo.
Bendito
sea
Dios
en
sus
ángeles
y
en
sus
santos.
RESERVA
14
15. Acabada
la
bendición,
el
mismo
sacerdote
o
diácono
que
dio
la
bendición,
u
otro
sacerdote
o
diácono,
reserva
el
Sacramento
en
el
sagrario
y
hace
genuflexión,
mientras
el
pueblo,
si
se
juzga
oportuno,
hace
alguna
aclamación,
y
finalmente
el
ministro
se
retira.
Canto
eucarístico.
15
16. HORA
SANTA
Tercera
semana
de
Cuaresma
“Queridos
jóvenes…
acojan
el
llamado
a
ser
virtuosos.
Ello
quiere
decir
que
sean
fuertes
por
dentro,
grandes
de
alma,
ricos
en
los
mejores
sentimientos,
valientes
en
la
verdad,
audaces
en
la
libertad,
constantes
en
la
responsabilidad,
generosos
en
el
amor,
invencibles
en
la
esperanza”.
Juan
Pablo
II.
1. EXPOSICIÓN
DEL
SANTÍSIMO
Canto:
Bautízame
con
tu
Espíritu
(Ver
anexo)
Estación
(el
presbítero
o
diácono)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz.
Venimos
a
encontrarte
porque
queremos
gustar
y
conocer
el
don
de
Dios,
para
que
ilumine
y
guie
todas
nuestras
acciones,
para
que
transforme
nuestras
vidas
y
de
nuestro
interior
broten
ríos
de
agua
viva.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz.
Eres
el
agua
que
da
vida,
el
agua
que
sacia
de
la
sed
más
profunda,
la
sed
de
Dios.
Hoy,
como
la
Samaritana
te
decimos
“Señor
danos
de
esa
agua;
así
jamás
tendremos
sed”.
Queremos
redescubrir
nuestro
bautismo
y
vencer
las
fuerzas
de
muerte
y
desterrar
de
nuestro
corazón
toda
actitud
de
violencia
y
comprometernos
en
ser
embajadores
de
tu
paz.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz.
Queremos
redescubrir
nuestro
bautismo,
reconocer
que
hemos
nacido
a
la
vida
en
el
Espíritu;
queremos
ser
testigos
de
tu
amor
y
comunicar
a
los
demás
los
frutos
con
los
que
tu
Espíritu
nos
ha
bendecido:
la
caridad,
el
gozo,
y
la
paz.
Señor
Jesús,
con
la
fuerza
del
bautismo
queremos
ser
ciudadanos
responsables,
promotores
de
justicia
y
de
paz.
16
17. (Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Oración
Dios
misericordioso,
fuente
inagotable
de
bondad,
que
nos
has
propuesto
como
remedio
del
pecado
el
ayuno,
la
oración
y
las
obras
de
misericordia,
mira
con
piedad
a
quienes
reconocemos
nuestras
miserias
y
estamos
agobiados
por
la
violencia
reconfórtanos
con
tu
amor,
para
que
podamos
asumir
nuestro
compromiso
de
ser
por
nuestro
bautismo
ciudadanos
responsables
en
la
promoción
de
la
esperanza,
la
justicia
y
la
paz.
Amén.
Adoración
personal.
2. LECTURA
ORANTE
Del
Evangelio
de
San
Juan
4,5-15
«En
aquel
tiempo,
llegó
Jesús
a
un
pueblo
de
Samaria
llamado
Sicar,
cerca
del
campo
que
dio
Jacob
a
su
hijo
José;
allí
estaba
el
pozo
de
Jacob.
Jesús,
que
venía
del
cansado
del
camino,
estaba
allí
sentado
junto
al
manantial.
Era
alrededor
del
mediodía.
Entonces
llega
una
mujer
de
Samaria
a
sacar
agua,
y
Jesús
le
dice:
"Dame
de
beber."
Sus
discípulos
se
habían
ido
al
pueblo
a
comprar
comida.
La
samaritana
le
dice:
"¿Cómo
tú,
siendo
judío,
me
pides
de
beber
a
mí,
que
soy
samaritana?"
Porque
los
judíos
no
se
tratan
con
los
samaritanos.
Jesús
le
contestó:
"Si
conocieras
el
don
de
Dios
y
quién
es
el
que
te
pide
de
beber,
le
pedirías
tú,
y
él
te
daría
agua
viva."
La
mujer
le
dice:
"Señor,
ni
siquiera
tienes
con
qué
sacar
agua,
y
el
pozo
es
profundo,
¿de
dónde
sacas
el
agua
viva?;
¿eres
tú
más
que
nuestro
padre
Jacob,
que
nos
dio
este
pozo,
y
de
él
bebieron
él
y
sus
hijos
y
sus
ganados?"
Jesús
le
contestó:
"El
que
bebe
de
esta
agua
vuelve
a
tener
sed;
pero
el
que
beba
del
agua
que
yo
le
daré
nunca
más
tendrá
sed:
el
agua
que
yo
le
daré
se
convertirá
dentro
de
él
en
un
surtidor
de
agua
que
salta
hasta
la
vida
eterna."
La
mujer
le
dice:
"Señor,
dame
esa
agua:
así
no
tendré
más
sed,
ni
tendré
que
venir
aquí
a
sacarla."
»
Palabra
de
Dios.
De
que
trata
el
texto:
El
texto
es
una
invitación
a
todos
sin
excepción
a
la
conversión.
Bajo
el
intenso
sol
del
medio
día,
después
de
un
largo
y
agotador
camino
Jesús
llega
a
un
pueblo
de
Samaria,
se
sienta
junto
al
pozo
de
Jacob,
se
acerca
una
Samaritana
y
Jesús
le
pide
que
le
de
de
beber,
Jesús
a
través
de
la
necesidades
humanas
revela
el
don
del
“agua
viva”
capaz
de
dar
vida
eterna.
3. MEDITACIÓN
¿Qué
me
dice
el
texto?
LECTOR
1.
Nosotros
hemos
sido
sumergidos
el
día
de
nuestro
bautismo
en
el
agua
que
da
vida.
17
18. ¿Vivo
cada
día
consciente
de
mí
ser
bautizado?
LECTOR
2.
El
Papa
Benedicto
XVI
en
su
mensaje
de
cuaresma
nos
dice:
La
petición
de
Jesús
a
la
samaritana:
«Dame
de
beber»,
que
se
lee
en
la
liturgia
del
tercer
domingo,
expresa
la
pasión
de
Dios
por
todo
hombre
y
quiere
suscitar
en
nuestro
corazón
el
deseo
del
don
del
«agua
que
brota
para
vida
eterna»:
es
el
don
del
Espíritu
Santo,
que
hace
de
los
cristianos
«adoradores
verdaderos»
capaces
de
orar
al
Padre
«en
espíritu
y
en
verdad».
¡Sólo
esta
agua
puede
apagar
nuestra
sed
de
bien,
de
verdad
y
de
belleza!
Sólo
esta
agua,
que
nos
da
el
Hijo,
irriga
los
desiertos
del
alma
inquieta
e
insatisfecha,
«hasta
que
descanse
en
Dios»,
según
las
célebres
palabras
de
san
Agustín.
4. ORACIÓN
LECTOR
1.
¿Qué
palabras
me
brotan
del
corazón
decirle
a
Dios
después
de
contemplar
este
texto
del
Evangelio
de
San
Juan?
LECTOR
2.
Redescubre
la
gracia
de
estar
bautizado
ayudado
con
las
palabras
del
Papa
Benedicto
XVI
en
su
mensaje
para
la
cuaresma:
“El
Bautismo
es
el
encuentro
con
Cristo
que
conforma
toda
la
existencia
del
bautizado,
le
da
la
vida
divina
y
lo
llama
a
una
conversión
sincera,
iniciada
y
sostenida
por
la
Gracia,
que
lo
lleve
a
alcanzar
la
talla
adulta
de
Cristo”.
LECTOR
1.
Reafirmamos
que
Cristo
es
el
Señor
de
nuestra
vida,
la
vida
que
Dios
nos
comunicó
cuando
nacimos
del
agua
y
del
Espíritu.
5. CONTEMPLACIÓN
LECTOR
2.
Recordemos
las
palabras
del
siervo
de
Dios
Juan
Pablo
II
al
encontrarse
con
los
jóvenes
en
Cuba:
«“Queridos
jóvenes…
acojan
el
llamado
a
ser
virtuosos.
Ello
quiere
decir
que
sean
fuertes
por
dentro,
grandes
de
alma,
ricos
en
los
mejores
sentimientos,
valientes
en
la
verdad,
audaces
en
la
libertad,
constantes
en
la
responsabilidad,
generosos
en
el
amor,
invencibles
en
la
esperanza”.»
LECTOR
1.
Hoy
necesitamos
más
que
nunca
“tener
los
mismos
sentimientos
de
Cristo”
(cf.
Fil
2)
En
estos
tiempos
difíciles
que
vive
nuestra
patria,
renovados
en
nuestro
bautismo
consolidemos
nuestra
esperanza.
Acojamos
el
llamado
que
nos
hacía
Juan
Pablo
II
«sean
fuertes
por
dentro,
valientes
en
la
verdad,
audaces
en
la
libertad
generosos
en
el
amor.
»
Hoy
a
al
acercarme
al
manantial
de
agua
viva,
¿estoy
dispuesto
a
dejarme
conducir
por
el
Espíritu
para
anhelar
la
paz
y
ser
invencible
en
la
esperanza?
18
19. 6. BENDICIÓN
OREMOS
El
Señor
nos
bendiga
y
nos
guarde.
R.
/Amén.
Que
haga
resplandecer
su
rostro
sobre
nosotros
y
nos
muestre
su
misericordia.
R.
/Amén.
Que
vuelva
su
mirada
hacia
nosotros
y
nos
conceda
su
paz.
R.
/Amén.
(Bendición
con
el
Santísimo
Sacramento)
ACLAMACIONES
Bendito
sea
Dios.
Bendito
sea
su
santo
nombre.
Bendito
sea
Jesucristo,
verdadero
Dios
y
verdadero
hombre.
Bendito
sea
el
nombre
de
Jesús.
Bendito
sea
su
sacratísimo
Corazón.
Bendita
sea
su
preciosísima
Sangre.
Bendito
sea
Jesús
en
el
Santísimo
Sacramento
del
altar.
Bendito
sea
el
Espíritu
Santo
Consolador
Bendita
sea
la
gran
Madre
de
Dios,
María
Santísima.
Bendita
sea
su
santa
e
inmaculada
Concepción.
Bendita
sea
su
gloriosa
Asunción.
Bendito
sea
el
nombre
de
María,
Virgen
y
Madre.
Bendito
sea
San
José,
su
castísimo
esposo.
Bendito
sea
Dios
en
sus
ángeles
y
en
sus
santos.
RESERVA
Acabada
la
bendición,
el
mismo
sacerdote
o
diácono
que
dio
la
bendición,
u
otro
sacerdote
o
diácono,
reserva
el
Sacramento
en
el
sagrario
y
hace
genuflexión,
mientras
el
pueblo,
si
se
juzga
oportuno,
hace
alguna
aclamación,
y
finalmente
el
ministro
se
retira.
Canto
eucarístico.
19
20.
HORA
SANTA
Cuarta
semana
de
Cuaresma
“No
tengan
miedo
de
abrir
las
puertas
de
su
corazón
a
Cristo”.
Juan
Pablo
II.
1. EXPOSICIÓN
DEL
SANTÍSIMO
Canto:
El
Señor
es
mi
luz
y
mi
salvación
(Ver
anexo)
Estación
(el
presbítero
o
diácono)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz.
El
día
de
nuestro
bautismo
fuimos
iluminados,
para
caminar
siempre
como
hijos
de
la
luz
y
perseverando
en
la
fe
salir
a
tu
encuentro
con
nuestras
lámparas
encendidas
cuando
venga
al
final
de
los
tiempos.
Hoy
venimos
a
encontrarnos
contigo
para
redescubrir
la
fuerza
de
esta
luz
que
transforme
la
oscuridad
de
nuestros
miedos
e
inseguridades
con
nuestras
antorchas
de
paz.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz.
Eres
nuestro
compañero
en
el
camino;
Luz
radiante
que
ilumina
nuestra
oscuridad;
Lámpara
que
alumbra
nuestro
camino.
Eres
Tú
quien
das
valor
a
nuestro
espíritu,
para
vivir
con
esperanza,
y
sacudirnos
el
yugo
del
miedo.
Fortalécenos
para
que
en
el
itinerario
cuaresmal
te
contemplemos
como
el
Señor
de
nuestra
vida,
la
misma
vida
que
recibimos
cuando
renacimos
en
el
agua
y
en
el
Espíritu.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz.
Ilumina
nuestra
mirada
con
el
Misterio
de
la
Cruz,
para
que
reconociendo
nuestras
cegueras
avancemos
por
el
camino
de
conversión
para
que
transformados
por
la
acción
del
Espíritu
Santo
orientemos
nuestra
voluntad
para
superar
nuestro
instinto
de
dominio
y
transformemos
nuestras
relaciones
enfermas
en
relaciones
saludables.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
20
21. Oración
Señor
Dios
nuestro,
que
has
reconciliado
contigo
a
la
humanidad
entera
por
medio
de
tu
Hijo,
concede
a
tus
hijos
por
medio
del
bautismo
preparase
con
fe
viva
y
entrega
generosa
al
servicio
de
la
paz.
Amén.
Adoración
personal.
2. LECTURA
ORANTE
Del
Evangelio
de
Juan
9,1-11
«En
aquel
tiempo,
Jesús
vio
al
pasar
a
un
ciego
de
nacimiento,
y
sus
discípulos
le
preguntaron:
"Maestro,
¿quién
pecó,
éste
o
sus
padres,
para
que
naciera
ciego?"
Jesús
contestó:
"Ni
éste
pecó
ni
sus
padres,
sino
para
que
se
manifiesten
en
él
las
obras
de
Dios.
Mientras
es
de
día,
tenemos
que
hacer
las
obras
del
que
me
ha
enviado;
viene
la
noche,
y
nadie
podrá
hacerlas.
Mientras
estoy
en
el
mundo,
yo
soy
la
luz
del
mundo."
Dicho
esto,
escupió
en
tierra,
hizo
barro
con
la
saliva,
se
lo
untó
en
los
ojos
al
ciego
y
le
dijo:
"Ve
a
lavarte
a
la
piscina
de
Siloé
que
significa
Enviado.
Él
fue,
se
lavó,
y
volvió
con
vista.
Y
los
vecinos
y
los
que
antes
solían
verlo
pedir
limosna
preguntaban:
"¿No
es
ése
el
que
se
sentaba
a
pedir?"
Unos
decían:
"Es
el
mismo."
Otros
decían:
"No
es
él,
pero
se
le
parece."
Él
respondía:
"Yo
soy."
Y
le
preguntaban:
"¿Y
cómo
se
te
han
abierto
los
ojos?"
Él
contestó:
"Ese
hombre
que
se
llama
Jesús
hizo
barro,
me
lo
untó
en
los
ojos
y
me
dijo
que
fuese
a
Siloé
y
que
me
lavase.
Entonces
fui,
me
lavé,
y
empecé
a
ver."
Jesús
supo
que
los
fariseos
habían
expulsado
al
ciego
lo
encontró
y
le
dijo:
"¿Crees
tú
en
el
Hijo
del
hombre?"
Él
contestó:
"¿Y
quién
es,
Señor,
para
que
crea
en
él?"
Jesús
les
dijo:
"Lo
estás
viendo:
el
que
te
está
hablando,
ése
es."
Él
dijo:
"Creo,
señor."
Y
se
postró
ante
él.»
Palabra
del
Señor.
De
que
trata
el
texto:
El
texto
nos
presenta
a
un
ciego
de
nacimiento
que
llega
a
sanar
no
solo
físicamente,
sino
que
recibe
también
la
luz
de
la
fe.
Los
fariseos,
en
cambio,
se
rehúsan
abrir
los
ojos
a
la
luz,
teniendo
ojos
no
quieren
ver.
3. MEDITACIÓN
¿Qué
me
dice
el
texto?
LECTOR
1.
El
día
que
fuimos
bautizados
a
nuestros
padres
se
le
confió
el
cuidado
de
la
luz
es
decir
el
cuidado
de
nuestra
fe.
Hoy
nosotros
somos
responsables
de
esta
luz.
21
22. ¿Conservo
la
mirada
inocente
sobre
las
cosas
y
las
personas
y
mi
mirada
se
ha
contaminado
con
la
ceguera
del
malicioso?
LECTOR
2.
El
Papa
Benedicto
XVI
en
su
mensaje
de
cuaresma
nos
dice:
«El
domingo
del
ciego
de
nacimiento
presenta
a
Cristo
como
luz
del
mundo.
El
Evangelio
nos
interpela
a
cada
uno
de
nosotros:
«
¿Tú
crees
en
el
Hijo
del
hombre?».
«Creo,
Señor»,
afirma
con
alegría
el
ciego
de
nacimiento,
dando
voz
a
todo
creyente.
El
milagro
de
la
curación
es
el
signo
de
que
Cristo,
junto
con
la
vista,
quiere
abrir
nuestra
mirada
interior,
para
que
nuestra
fe
sea
cada
vez
más
profunda
y
podamos
reconocer
en
él
a
nuestro
único
Salvador.
Él
ilumina
todas
las
oscuridades
de
la
vida
y
lleva
al
hombre
a
vivir
como
«hijo
de
la
luz».
4. ORACIÓN
LECTOR
1.
¿Qué
palabras
me
brotan
del
corazón
después
de
contemplar
este
texto
del
Evangelio?
Ante
la
presencia
de
Jesús
sacramentado
proclama
tu
fe
como
la
del
ciego
«Creo
Señor,
pero
aumenta
mi
fe».
Para
que
el
enemigo
no
te
engañe
desanimándote
en
el
trabajo
de
construir
relaciones
saludables
en
la
convivencia
con
las
personas
con
las
que
compartes
la
vida.
Descubro
ante
la
luz
de
Jesús
la
necesidad
de
abrirle
las
puertas
de
mi
corazón
para
que
el
me
da
la
valentía
y
la
audacia
para
mantener
viva
mi
esperanza.
5. CONTEMPLACIÓN
LECTOR
2.
Juan
Pablo
II
al
iniciar
su
la
inauguración
de
su
pontificado
nos
dio
este
mensaje:
“No
tengan
miedo
de
abrir
las
puertas
de
su
corazón
a
Cristo”.
Hoy
necesitamos
más
que
nunca
abrir
nuestras
puertas
de
par
en
par
a
la
luz
de
la
fe
y
colaborar
con
nuestro
esfuerzo
para
que
esta
luz
ilumine
a
toda
la
humanidad.
La
situación
dolorosa
de
violencia
que
vive
México
nos
cansa
y
nos
dispersa,
Jesús
nos
ilumina
con
la
luz
de
la
esperanza
de
que
la
paz
es
posible.
¿Me
dejo
iluminar
por
esta
luz?
7. BENDICIÓN
OREMOS
El
Señor
nos
bendiga
y
nos
guarde.
R.
/Amén.
Que
haga
resplandecer
su
rostro
sobre
nosotros
22
23. y
nos
muestre
su
misericordia.
R.
/Amén.
Que
vuelva
su
mirada
hacia
nosotros
y
nos
conceda
su
paz.
R.
/Amén.
(Bendición
con
el
Santísimo
Sacramento)
ACLAMACIONES
Bendito
sea
Dios.
Bendito
sea
su
santo
nombre.
Bendito
sea
Jesucristo,
verdadero
Dios
y
verdadero
hombre.
Bendito
sea
el
nombre
de
Jesús.
Bendito
sea
su
sacratísimo
Corazón.
Bendita
sea
su
preciosísima
Sangre.
Bendito
sea
Jesús
en
el
Santísimo
Sacramento
del
altar.
Bendito
sea
el
Espíritu
Santo
Consolador
Bendita
sea
la
gran
Madre
de
Dios,
María
Santísima.
Bendita
sea
su
santa
e
inmaculada
Concepción.
Bendita
sea
su
gloriosa
Asunción.
Bendito
sea
el
nombre
de
María,
Virgen
y
Madre.
Bendito
sea
San
José,
su
castísimo
esposo.
Bendito
sea
Dios
en
sus
ángeles
y
en
sus
santos.
RESERVA
Acabada
la
bendición,
el
mismo
sacerdote
o
diácono
que
dio
la
bendición,
u
otro
sacerdote
o
diácono,
reserva
el
Sacramento
en
el
sagrario
y
hace
genuflexión,
mientras
el
pueblo,
si
se
juzga
oportuno,
hace
alguna
aclamación,
y
finalmente
el
ministro
se
retira.
Canto
eucarístico.
23
24.
HORA
SANTA
Quinta
semana
de
Cuaresma
“No
tengan
miedo
de
abrir
las
puertas
de
su
corazón
a
Cristo”.
Juan
Pablo
II.
1. EXPOSICIÓN
DEL
SANTÍSIMO
Canto:
Yo
lo
resucitaré
(Ver
anexo)
Estación
(el
presbítero
o
diácono)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz.
Nuestra
esperanza
esta
fincada,
más
allá
de
nuestras
posibilidades
humanas,
en
sí
mismas
valiosas,
en
la
firme
voluntad
divina,
de
conducir
la
historia
de
la
humanidad
entera
hacia
la
plenitud
de
la
vida
y
la
salvación.
Nuestra
esperanza
está
puesta
en
ti
Señor,
creemos
que
tú
eres
el
Camino,
la
Verdad
y
el
Vida.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz.
Danos
la
capacidad
de
descubrir
en
nuestra
historia
los
signos
del
Reino
de
Dios
que
se
manifiestan
en
la
vida
de
los
hombres
y
mujeres
que
aman
la
verdad,
que
se
conducen
con
la
justicia
y
que
realizan
sus
acciones
en
el
ardor
de
la
caridad.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
Señor
Jesús,
Tú
eres
nuestra
paz.
Estamos
agradecidos
por
nuestra.
Por
nuestro
bautismo
estamos
comprometidos
con
nuestro
presente
y,
a
pesar
de
los
conflictos
y
dificultades
actuales,
tenemos
esperanza
en
nuestro
futuro.
México
es
un
país
Tú
has
bendecido
abundantemente.
Fortalécenos
para
ser
ciudadanos
responsables
en
la
construcción
de
la
paz
por
el
camino
de
la
reconciliación
y
de
la
justicia.
(Padrenuestro,
Avemaría,
Gloria
y
canto)
24
25. Oración
Señor,
Padre
Santo
que
en
Jesucristo,
tu
Hijo,
presente
realmente
en
la
Eucaristía,
nos
das
el
testimonio
más
grande
de
la
fidelidad
de
tu
amor
te
pedimos
que
nos
concedas
en
esta
Cuaresma,
que
la
escucha
atenta
de
tu
Palabra
ilumine
nuestras
vidas
para
que
no
tengamos
miedo
de
abrir
las
puertas
de
nuestro
corazón
a
Cristo,
y
así
podamos
perseverar
como
hijos
tuyos
dando
testimonio
de
tu
amor.
Por
nuestro
Señor
Jesucristo,
tu
Hijo,
que
vive
y
reina
contigo
en
la
unidad
del
Espíritu
Santo
y
es
Dios
por
los
siglos
de
los
siglos.
Amén.
Adoración
personal.
2. LECTURA
ORANTE
Del
Evangelio
de
Juan
11,1-15.21-45
«En
aquel
tiempo,
se
encontraba
enfermo
Lázaro,
en
Betania,
el
pueblo
de
María
y
de
su
hermana
Marta.
María
era
la
que
ungió
al
Señor
con
perfume
y
le
enjugó
los
pies
con
su
cabellera;
el
enfermo
era
su
hermano
Lázaro.
Por
eso
las
dos
hermanas
mandaron
decir
a
Jesús:
"Señor,
el
amigo
que
tanto
quieres
está
enfermo."
Jesús,
al
oírlo,
dijo:
"Esta
enfermedad
no
acabará
en
la
muerte,
sino
que
servirá
para
la
gloria
de
Dios,
para
que
el
Hijo
de
Dios
sea
glorificado
por
ella."
Jesús
amaba
a
Marta,
a
su
hermana
y
a
Lázaro.
Cuando
se
enteró
de
que
estaba
enfermo,
se
quedó
todavía
dos
días
en
donde
estaba.
Sólo
entonces
dice
a
sus
discípulos:
"Vamos
otra
vez
a
Judea."
Cuando
Jesús
llegó,
Lázaro
llevaba
ya
cuatro
días
enterrado.
Betania
distaba
poco
de
Jerusalén:
unos
tres
kilómetros;
y
muchos
judíos
habían
ido
a
ver
a
Marta
y
a
María,
para
darles
el
pésame
por
su
hermano.
Cuando
Marta
se
enteró
de
que
llegaba
Jesús,
salió
a
su
encuentro,
mientras
María
se
quedaba
en
casa.
Y
dijo
Marta
a
Jesús:
"Señor,
si
hubieras
estado
aquí
no
habría
muerto
mi
hermano.
Pero
aún
ahora
sé
que
todo
lo
que
pidas
a
Dios,
Dios
te
lo
concederá."
Jesús
le
dijo:
"Tu
hermano
resucitará."
Marta
respondió:
"Sé
que
resucitará
en
la
resurrección
del
último
día."
Jesús
le
dice:
"Yo
soy
la
resurrección
y
la
vida:
el
que
cree
en
mí,
aunque
haya
muerto,
vivirá;
y
el
que
está
vivo
y
cree
en
mí,
no
morirá
para
siempre.
¿Crees
esto?"
Ella
le
contestó:
"Sí,
Señor:
yo
creo
que
tú
eres
el
Mesías,
el
Hijo
de
Dios,
el
que
tenía
que
venir
al
mundo."
Dice
Jesús:
"Quitad
la
losa."
Marta,
la
hermana
del
muerto,
le
dice:
"Señor,
ya
huele
mal,
porque
lleva
cuatro
días."
Jesús
le
dice:
"¿No
te
he
dicho
que
si
crees
verás
la
gloria
de
Dios?"
Entonces
quitaron
la
losa.
Jesús,
levantando
los
ojos
a
lo
alto,
dijo:
"Padre,
te
doy
gracias
porque
me
has
escuchado;
yo
sé
que
tú
me
escuchas
siempre;
pero
lo
digo
por
la
gente
que
me
rodea,
para
que
crean
que
tú
me
has
enviado."
Y
dicho
esto,
gritó
con
voz
potente:
"Lázaro,
sal
de
ahí."
El
muerto
salió,
los
pies
y
las
manos
atados
con
vendas,
y
la
cara
envuelta
en
un
sudario.
Jesús
les
dijo:
"Desatadlo
y
dejadlo
andar."
Y
muchos
judíos
que
habían
venido
a
casa
de
María,
al
ver
lo
que
había
hecho
Jesús,
creyeron
en
él.»
Palabra
del
Señor.
De
que
trata
el
texto:
El
texto
nos
presenta
que
Jesús
es
la
resurrección
y
la
vida,
el
evangelista
Juan
no
solo
comunica
un
milagro,
sino
que
nos
transmite
la
palabra
reveladora
de
Jesús:
“Yo
soy
la
resurrección
y
la
vida”.
25
26. 3. MEDITACIÓN
¿Qué
me
dice
el
texto?
LECTOR
1.
El
día
que
fuimos
bautizados
obtuvimos
con
abundancia
del
Misterio
de
la
redención
la
vida
nueva
en
Cristo
el
Señor,
El
nos
transmitió
su
misma
vida,
es
por
el
bautismo
que
participamos
de
la
muerte
y
resurrección
de
Cristo
allí
comenzó
la
aventura
gozosa
de
nuestro
discipulado.
Hoy
ante
Jesús,
como
discípulos
nos
preguntamos
qué
tanto
hemos
colaborado
para
que
nuestro
pueblo
tenga
vida
digna.
LECTOR
2.
El
Papa
Benedicto
XVI
en
su
mensaje
de
cuaresma
nos
dice:
«Cuando,
en
el
quinto
domingo,
se
proclama
la
resurrección
de
Lázaro,
nos
encontramos
frente
al
misterio
último
de
nuestra
existencia:
«Yo
soy
la
resurrección
y
la
vida...
¿Crees
esto?».
Para
la
comunidad
cristiana
es
el
momento
de
volver
a
poner
con
sinceridad,
junto
con
Marta,
toda
la
esperanza
en
Jesús
de
Nazaret:
«Sí,
Señor,
yo
creo
que
tú
eres
el
Cristo,
el
Hijo
de
Dios,
el
que
iba
a
venir
al
mundo»
(v.
27).
La
comunión
con
Cristo
en
esta
vida
nos
prepara
a
cruzar
la
frontera
de
la
muerte,
para
vivir
sin
fin
en
él.
La
fe
en
la
resurrección
de
los
muertos
y
la
esperanza
en
la
vida
eterna
abren
nuestra
mirada
al
sentido
último
de
nuestra
existencia:
Dios
ha
creado
al
hombre
para
la
resurrección
y
para
la
vida,
y
esta
verdad
da
la
dimensión
auténtica
y
definitiva
a
la
historia
de
los
hombres,
a
su
existencia
personal
y
a
su
vida
social,
a
la
cultura,
a
la
política,
a
la
economía.
Privado
de
la
luz
de
la
fe
todo
el
universo
acaba
encerrado
dentro
de
un
sepulcro
sin
futuro,
sin
esperanza.»
4. ORACIÓN
LECTOR
1.
¿Qué
palabras
me
brotan
del
corazón
después
de
contemplar
este
texto
del
Evangelio?
Ante
la
presencia
de
Jesús
sacramentado
abre
tu
corazón
a
la
esperanza
y
déjate
guiar
por
Cristo
para
que
en
medio
de
los
signos
de
muerte
que
nos
rodean,
proclamemos
nuestra
certeza
de
que
Dios
nos
llama
a
la
Vida.
Descubro
ante
Jesús
los
miedos
que
me
impiden
abrirle
las
puertas
de
mi
corazón
y
le
pido
fortaleza
para
mantener
viva
mi
esperanza.
5. CONTEMPLACIÓN
En
el
itinerario
cuaresmal
hemos
tenido
la
oportunidad
de
recibir
del
Señor
la
fortaleza
para
superar
nuestros
miedos
y
abrir
nuestras
puertas
a
Cristo,
El
es
nuestra
paz.
Por
nuestro
bautismo
somos
discípulos
suyos,
mensajeros
y
constructores
de
la
paz.
Intensifiquemos
este
recorrido
para
celebrar
nuestra
pascua.
26
27. 6. BENDICIÓN
OREMOS
El
Señor
nos
bendiga
y
nos
guarde.
R.
/Amén.
Que
haga
resplandecer
su
rostro
sobre
nosotros
y
nos
muestre
su
misericordia.
R.
/Amén.
Que
vuelva
su
mirada
hacia
nosotros
y
nos
conceda
su
paz.
R.
/Amén.
(Bendición
con
el
Santísimo
Sacramento)
ACLAMACIONES
Bendito
sea
Dios.
Bendito
sea
su
santo
nombre.
Bendito
sea
Jesucristo,
verdadero
Dios
y
verdadero
hombre.
Bendito
sea
el
nombre
de
Jesús.
Bendito
sea
su
sacratísimo
Corazón.
Bendita
sea
su
preciosísima
Sangre.
Bendito
sea
Jesús
en
el
Santísimo
Sacramento
del
altar.
Bendito
sea
el
Espíritu
Santo
Consolador
Bendita
sea
la
gran
Madre
de
Dios,
María
Santísima.
Bendita
sea
su
santa
e
inmaculada
Concepción.
Bendita
sea
su
gloriosa
Asunción.
Bendito
sea
el
nombre
de
María,
Virgen
y
Madre.
Bendito
sea
San
José,
su
castísimo
esposo.
Bendito
sea
Dios
en
sus
ángeles
y
en
sus
santos.
RESERVA
Acabada
la
bendición,
el
mismo
sacerdote
o
diácono
que
dio
la
bendición,
u
otro
sacerdote
o
diácono,
reserva
el
Sacramento
en
el
sagrario
y
hace
genuflexión,
mientras
el
pueblo,
si
se
juzga
oportuno,
hace
alguna
aclamación,
y
finalmente
el
ministro
se
retira.
Canto
eucarístico.
27
28.
ANEXO
EN
JESÚS
PUSE
TODA
MI
ESPERANZA.
EL
SEÑOR
ES
MI
LUZ
En
Jesús
puse
toda
mi
esperanza,
El
señor
es
mi
luz
y
mi
salvación,
Él
se
inclinó
hacia
mí
El
señor
es
la
defensa
de
mi
vida,
y
escuchó
mi
clamor.
Si
el
señor
es
mi
luz
y
mi
salvación
Y
escuchó
mi
clamor.
¿A
quién
temeré?
¿Quién
me
hará
temblar?
Me
sacó
de
la
fosa
fatal,
del
fango
cenagoso;
Una
cosa
pido
al
Señor,
asentó
mis
pies
sobre
la
roca.
habitar
por
siempre
en
su
casa
Mis
pasos
consolidó.
gozar
de
la
dulzura
del
Señor,
contemplando
su
templo
santo.
Puso
en
mi
boca
un
canto
nuevo,
Una
alabanza
a
nuestro
Dios;
No
me
escondas
tu
rostro
Señor,
Muchos
verán
y
creerán
buscaré
todo
el
día
tu
rostro,
y
en
Jesús
confiarán.
si
mi
padre
y
mi
madre
me
abandonan,
el
Señor
me
recogerá.
En
Ti
se
gocen
y
se
alegren
todos
los
que
te
buscan;
repitan
sin
cesar:
YO
SOY
EL
PAN
DE
VIDA
¡Qué
grande
es
nuestro
Dios!
Yo
soy
el
pan
de
vida
el
que
viene
a
mí
no
tendrá
hambre
BAUTIZAME
SEÑOR
CON
TU
ESPIRITU
el
que
cree
en
mí
no
tendrá
sed,
nadie
viene
a
mí,
si
mi
Padre
no
lo
llama.
Bautízame
Señor
con
Tu
espíritu...
Bautízame,
Bautízame
Señor
Yo
lo
resucitaré,
yo
lo
resucitaré
Y
déjame
sentir,
el
fuego
de
tu
amor,
yo
lo
resucitaré
el
día
final.
aquí
en
mi
corazón...
Señor
(bis)
El
pan
que
yo
daré
Lávame
Señor
con
Tu
espíritu
es
mi
cuerpo
vida
para
el
mundo
Lávame,
Lávame
Señor.
el
que
siempre
coma
de
mi
carne
Y
déjame
sentir,
el
fuego
de
tu
amor,
vivirá
en
mí,
como
yo
vivo
en
mi
Padre.
aquí
en
mi
corazón...
Señor
(bis)
Yo
soy
esa
bebida
que
se
prueba
y
no
se
Renuévame
Señor
con
Tu
espíritu...
siente
sed
Renuévame,
Renuévame
Señor,
el
que
siempre
beba
de
mi
sangre
Y
déjame
sentir,
el
fuego
de
tu
amor,
vivirá
en
mí
y
tendrá
vida
eterna.
aquí
en
mi
corazón...
Señor
(bis)
28
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