El documento describe la llegada de la romería del Rocío a Huelva. Menciona que la luna ilumina el camino de la procesión mientras avanza hacia la ciudad, con miles de corazones desbordados de emoción y devoción. Finalmente, la procesión se retira y las marismas tiemblan al compás de los gritos de ¡Huelva, Huelva! resumiendo la celebración.