El príncipe Shotoku de Japón envió una misión diplomática a China en el año 607 d.C. para copiar el sistema burocrático chino. En la carta que envió al emperador chino, Shotoku se refirió a Japón como "el país en que nace el sol" e hizo notar que ambos países eran iguales, tratando de eliminar el nombre despectivo "Woguo" que se usaba para Japón en China.