La confidencialidad es importante en la conciliación porque garantiza que la información proporcionada por las partes durante el proceso no será revelada a nadie más, protegiendo a las personas de posibles perjuicios sociales o legales si su información confidencial se hiciera pública. La confidencialidad es uno de los principios fundamentales de la conciliación y las partes deben tener la garantía de que su información permanecerá en privado.