Durante el Porfiriato en México entre 1876 y 1911, la moda de las clases altas estaba influenciada por la moda francesa. La mayoría de la ropa se importaba de Europa debido a la falta de opciones textiles locales. Las mujeres usaban corsés que moldeaban la cintura y faldas amplias, mientras que los hombres usaban chaquetas largas, pantalones rectos y accesorios como lentes y relojes. Los campesinos vestían ropa más práctica hecha de manta.