Antoine, un escritor y piloto francés, se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el desierto del Sahara. Allí conoció a un extraño personaje llamado el Principito, quien le pidió que le dibujara un cordero varias veces hasta que Antoine lo dibujó en una caja. El Principito explicó que venía de un pequeño planeta y había visitado otros donde conoció a un rey vanidoso y a un empresario obsesionado con contar estrellas antes de llegar a la Tierra