El Superior Tribunal ordenó la reprogramación de audiencias y habilitó horarios vespertinos con la asistencia de jueces, secretarios y empleados. Esto se hizo para acelerar los procedimientos judiciales y evitar demoras, ya que se habían programado muchas audiencias para después del receso de julio. El Tribunal también recomendó esforzarse para agilizar el trabajo judicial y brindar una justicia más rápida.