El diálogo transcurre entre una pareja donde la mujer interroga insistentemente a su pareja sobre qué haría si ella falleciera, incluyendo si volvería a casarse y con quién compartiría sus pertenencias. El hombre responde incómodo que la extrañaría mucho y que no reemplazaría su foto, aunque se contradice al admitir que podría volver a casarse pasado un tiempo. Finalmente se delata al revelar que la nueva pareja sería zurda, cuando la mujer no lo es.