Las empresas deben desarrollar estrategias de productos y marcas para satisfacer las necesidades de los clientes y generar valor. Estas estrategias incluyen diferenciar los productos de la competencia mediante características innovadoras, establecer una marca fuerte que genere lealtad y posicionar los productos de manera efectiva en el mercado. Con una estrategia bien diseñada, las empresas pueden aumentar las ventas y mejorar la rentabilidad.