La educación mejora los ingresos personales y reduce el riesgo de pobreza, según un informe del BID. Los trabajadores con educación secundaria completa ganan hasta un 120% más y aquellos con educación universitaria ganan hasta un 200% más que aquellos con solo educación primaria. Además, a mayor nivel educativo del jefe de familia, menor es el riesgo de que la familia caiga en la pobreza.