La minería a cielo abierto extrae minerales de la superficie terrestre en lugar de hacerlo de forma subterránea. Tiene consecuencias negativas como la contaminación del agua y el medio ambiente con químicos tóxicos, la destrucción de montañas, y enfermedades para las personas que viven cerca de las minas. A pesar de sus impactos, sirve para extraer metales que se usan en la vida diaria.