Jorgecito quería una gorra en el centro comercial, pero sus padres se negaron y él salió llorando. Sus amigos lo siguieron hasta un barco, donde Jorgecito los convenció de subirse. El barco naufragó en una isla, pero luego fueron rescatados por un avión que los llevó a un lugar seguro. Finalmente, Jorgecito regresó a casa donde se reconcilió con sus padres y recibió la gorra que quería.