Los ordenadores de bolsillo o agendas electrónicas surgieron originalmente como dispositivos para organizar la agenda, contactos y notas de forma portátil. Aunque limitados inicialmente, hoy en día pueden realizar muchas de las funciones de una computadora de escritorio de forma móvil, como ver películas, crear documentos y navegar por Internet. Estos dispositivos han evolucionado desde los primeros modelos en la década de 1990 hasta convertirse en los smartphones actuales, gracias a su capacidad de conectividad inalámbrica.