Durante la guerra civil en El Salvador, los niños tuvieron que asumir grandes responsabilidades como "hombres de la casa" debido a la ausencia de sus padres o la necesidad de apoyar económicamente a sus familias. Algunos niños, como Chava, se vieron obligados a unirse a los militares o a la guerrilla como soldados. Esto causó gran estrés en las familias y la sociedad, y los niños perdieron su inocencia al verse forzados a crecer rápidamente.