Un niño visitó una tienda y vio a un cachorro triste encerrado en una vitrina. El cachorro tenía una cara de tristeza porque nadie lo había adoptado. Al día siguiente, el cachorro seguía en la tienda con la misma cara de tristeza. El niño le pidió a su madre que compraran al cachorro para alegrar su cara. Finalmente, el día esperado llegó y adoptaron al cachorro, cambiando su vida triste por una feliz en su nuevo hogar.