Este documento expresa gratitud hacia los amigos que ayudan a recuperar la humanidad y la interioridad a través de mensajes positivos y consejos. Los amigos virtuales y no virtuales ayudan a caminar de nuevo con optimismo y fe en Dios y la Iglesia. El autor está profundamente agradecido por cómo sus amigos le devolvieron la vida y le ayudan a vivirla.
2. Amigos del alma. A quienes los necesito, y no cuanto les agradezco que estén en mi vida. Con ustedes que están saben detrás de las computadoras, que se toman el tiempo de enviarnos sus bellísimos mensajes, voy recuperando mi humanidad que estaba perdiendo.
3. Con ustedes amigos del alma voy gustando nuevamente lo hermoso que es tener a alguien quien te aconseja, te dice las cosas desde lo positivo y te ayuda a recuperar tu interioridad bloqueada por desconfianzas que por circunstancias genera la vida Con ustedes amigos del alma voy gustando nuevamente lo hermoso que es tener a alguien quien te aconseja, te dice las cosas desde lo positivo y te ayuda a recuperar tu interioridad bloqueada por desconfianzas que por circunstancias genera la vida Con ustedes amigos del alma voy gustando nuevamente lo hermoso que es tener a alguien quien te aconseja, te dice las cosas desde lo positivo y te ayuda a recuperar tu interioridad bloqueada por desconfianzas que por circunstancias genera la vida
4. Pido a Dios por cada uno de mis amigos virtuales y no virtuales, que desde el silencio, como si supieran lo que necesito, hacen llegar pensamientos que conducen al optimismo. Ayudan a caminar de nuevo
5. Gracias amigos del alma, por tantos mensajes que comparten con muchos hermanos, eso, ayuda a volver la mirada a Dios, ayuda a creer nuevamente en la Iglesia y en Dios. Son una luz en el camino.
6. Gracias amigos del alma, lo digo del alma, porque sólo transmitimos lo que siente el corazón por medio de nuestros e-mail. No sé a quienes llegará este mensaje, pero ténganlo por seguro que a cada uno que recibe esta presentación le estoy plenamente agradecida y no saben cuanto le agradezco a Dios, porque no sólo me devolvieron la vida sino que me ayudan a vivir la vida.