La participación ciudadana de base (grassroots) fue un factor clave en la victoria electoral de Obama en 2008. El documento analiza cómo la campaña de Obama utilizó estrategias de organización comunitaria y nuevas tecnologías para involucrar a más de 2 millones de voluntarios en eventos y grupos, recaudar fondos de pequeños donantes, y movilizar a los votantes de manera más efectiva que sus oponentes.