El documento describe la casa de Dios como un lugar de seguridad, alimento y descanso, al igual que la casa de un padre. Explica que la casa de Dios es la iglesia, los propios creyentes, y también Jesucristo, quien intercede por nosotros. Alienta a los creyentes a permanecer en la casa de Dios a través de la adoración y obediencia.