La centrifugadora es un aparato que utiliza la fuerza centrífuga para separar componentes de una mezcla en función de su densidad, como la leche de la nata. Fue inventada en 1864 por Antonin Prandtl para separar dos sustancias, y posteriormente mejorada en 1879 por Gustaf de Laval para analizar muestras separadas en el laboratorio. Se usa comúnmente para separar el suero de la sangre y determinar grupos sanguíneos, así como en la elaboración de aceite de oliva y para medir la grasa en la leche.