La contaminación se define como la presencia de agentes químicos, físicos o biológicos en el ambiente que pueden ser dañinos para la salud humana, animales o plantas. Aunque los seres humanos generamos desperdicios de forma natural, es posible reducirlos o eliminarlos para prevenir la contaminación mediante el uso de tecnologías más limpias, materiales biodegradables y no tóxicos, y fomentando el reciclaje y el consumo de productos más respetuosos con el medio ambiente.