Este documento habla sobre la espiritualidad de los hijos de Dios según la Biblia. Explica que tiene tres elementos: la regeneración, la santificación a través del trabajo del Espíritu Santo, y el tiempo para alcanzar la madurez. También define la espiritualidad bíblica como una relación madura con Dios en la que se aprende a vivir bajo el control del Espíritu Santo y los principios de la Palabra de Dios.