La familia Castellanos realiza un recorrido por la ciudad de Río Recife, visitando lugares como un hospital tranquilo, un teatro donde la hija quiere tocar la batería, un café tradicional donde las familias comparten pasteles los domingos y una casa museo llena de antigüedades que narra la historia de la ciudad. Al final del día, la familia está cansada pero satisfecha con su experiencia explorando la nueva ciudad.