1. LA FERIA DE ABRIL
Historia
Los orígenes de la Feria de Abril se encuentran
en el 25 de agosto de 1846 cuando Narciso
Bonaplata (catalán) y José María de Ybarra
(vasco) redactaron una propuesta que llevaron
al Cabildo Municipal pidiendo que le autorizaran
durante los días 19, 20 y 21 de Abril para
celebrar una feria anual, permiso que les fue
concedido después de unos "tiras y aflojas" con
el alcalde Conde de Montelirio, La primera
feria se ubicó en el Prado San Sebastián, en
esos tiempos este espacio se encontraba en las
afueras de la ciudad, en el presente es uno de
los lugares más céntricos de la capital.
Costumbres
La primera portada que se levanta en la Feria data del año 1949, cada año la portada
está dedicada a algún acontecimiento importante, monumento o edificio de la ciudad,
pudiendo alcanzar una altura cercana a los 50 m de arcos y torres con cierto toque de
arquitectura regionalista, y puede ser observada tanto de día como de noche gracias a
los varios miles de bombillas que la iluminan. Comer y beber es uno de los principales
placeres que disfruta todo visitante de la Feria
Sin duda, el primer gran encuentro gastronómico de la Feria es la llamada "noche del
pescaíto" cena previa al alumbrado cuyo plato principal es pescado frito acompañado
del característico vino fino o la manzanilla. Después se prepara todo para el alumbrao,
esto es el encendido de las miles de bombillas de la portada y calles del recinto. Se
realiza oficialmente a la medianoche del lunes al martes. El punto final es el domingo
siguiente con el apagado de las bombillas de la portada y acompañado momentos
después por un castillo de fuegos artificiales.
2. Traje de flamenco
Consiste en el traje típico de la ciudad, su
antigüedad se remonta a los primeros
tiempos de la feria, donde acudían las
mujeres de los tratantes o comerciantes,
muchas de la etnia gitana y también
campesinas, vestían cómodas batas de
faena, a las que se les añadía dos o tres
volantes , además de ser una prenda
cómoda de llevar, realzaba el cuerpo
femenino dándole un toque de sensualidad
que no conseguían con otras ropas. Este
hecho llamó tanto la atención que las
distintas clases de alta cuna comenzaron a
copiar la indumentaria a partir de la
Exposición Iberoamericana de Sevilla de
1929. El traje de flamenca había dado el
salto a formar parte de la moda. Con el
tiempo, aquella bata que comenzó siendo
una prenda cómoda de llevar a faenar, pasó
a ser el "traje de feria" para grandes y pequeñas, familias acomodadas y humildes, no había
distinción de clases ni edad, y su evolución fue paralela con el resto de diseños que se
actualizaban con cada época,
El cante y baile por sevillanas
Las sevillanas son el cante y baile típico de la Feria de Sevilla. Su origen se encontraría en los
años previos a la época de los Reyes Católicos, en unas composiciones que eran conocidas como
"seguidillas castellanas", con el tiempo evolucionaron, añadiéndose el baile en el siglo XVIII
hasta llegar a los cantes y bailes con que son nombradas actualmente.A la Feria de Sevilla
llegaron el mismo año de su fundación con el nombre que la caracteriza, aunque no fueron
reconocidas legalmente con ese término por la Real Academia Española de la lengua hasta el
1884 que fue incluida en el diccionario de la lengua española.También se pueden clasificar los
bailes como rápidos o lentos. Las sevillanas se suele bailar por pareja, salvo excepciones y
experimentales combinaciones donde el baile lo ejecuta una formación de más de dos personas
al mismo tiempo.
Paseo de caballos
Carruaje de época transitando por la Feria. El "coche de caballo" es el único elemento de
transporte permitido en el Real de la Feria, siempre ha sido así y así se supone que será de
por vida, salvo la excepción de los vehículos de sanidad, auxilio y seguridad pública que si van
motorizados. asì se pueden admirar los maravillosos caballos y sus cocheros, cada uno ataviado
con sus correspondientes galas, el traje corto y sombrero denominado también de ala ancha,
3. así como los caballos con sus borlas, campanillas y
cascabeles .
La "calle del Infierno"
Es el lugar de la Feria de Abril preferido por los más pequeños. En el se encuentran todas las
atracciones, los juegos de azar, puestos de restauración etc. Podríamos definirla como un gran
parque de atracciones instalado en el Real. La Calle del Infierno ofrece una oferta lúdica
importante y de gran interés para todos los gustos. Cada año los feriantes nos sorprenden con
algunas novedades. Aquí nos podemos encontrar desde las atracciones más tradicionales como
la noria, el látigo, los coches locos, montaña rusa, etc. a una serie de atracciones más
modernas e impactantes como los tirachinas humanos, los molinos de cestas o la caída vertical,
atracciones que alcanzan gran altura y velocidad.
La ilusión de ganar un premio por suerte o por méritos propios nos lleva a que las tómbolas y
otros tipos de juegos sean las atracciones más divertidas y visitadas por el público: carrera
de camellos, los patitos, pistolas de agua, bingo, etc. Cada feria son muchos y variados los
regalos que se obtienen, pero
siempre hay un regalo que
sobresale de los demás y es
utilizado como reclamo por los
feriantes. Visitar el circo también
puede entrar dentro de los planes
de niños y adultos que visiten la
Feria de Sevilla. Al final de la
Calle del Infierno se sitúan las
carpas del circo, espectáculo
artístico e itinerante, que incluye
dentro de sus actuaciones
acróbatas, payasos, magos, adiestradores de animales y otros artistas que hacen que los más
pequeños disfruten del espectáculo.
4. Calendario-resumen semanal de la Feria
Cada día de Feria suelen cumplirse unas normas basadas en la propia costumbre, entre ellas
destacan las siguientes:
Lunes: reunión de socios en las casetas e inauguración de la misma con la "cena del pescaíto".
El "alumbrao", el Alcalde da la luz a la Portada y el resto de farolillos iniciando así la semana
grande y festiva de Sevilla a las doce de la noche.
Martes: se organizan los almuerzos de amigos, compañeros de trabajo y empresas, así como
recepciones oficiales. La iluminación dura hasta las 3.
Miércoles: día central de la Feria. El horario de las bombillas tarda una hora más en apagarse.
Jueves: primer día de los de más afluencia. El número de caballos que frecuentan la feria
asciende. Permanece encendida en la noche hasta las 5.
Viernes: es frecuentada por un gran número de visitantes, muchos de ellos famosos del
espectáculo, nobleza y otros conocidos popularmente. Suele llegarse al millón de personas que
deambulan por el Real.
Sábado: el segundo día de más afluencia. El horario de alumbrado es hasta las 6.
Domingo: último día de feria. La Maestranza se llena de la ganadería Miura, toros famosos
por su envergadura. Llegadas las 12 de la noche, la feria dará fin a su semana con el estallido
de fuegos artificiales junto al río.