La guerra de los navegadores se produjo cuando Netscape logró despojar a Microsoft de parte de su dominio del mercado de navegadores web hasta poner en peligro su posición. Bill Gates se reunió con Netscape para proponerles una alianza, pero ante su negativa decidió copiar su navegador y ofrecerlo de forma gratuita, lo que llevó a Netscape a la quiebra y permitió a Microsoft ganar la batalla por el dominio del mercado de navegadores web.