La historia cuenta la historia de una mamá que se convirtió en pulpo y podía usar sus múltiples tentáculos para atender las necesidades de todos sus hijos al mismo tiempo, sirviendo jugo, galletas, cambiando pañales, ordenando juguetes, abriendo cremalleras, alcanzando globos, buscando llaves y abriendo la puerta para el perro, todo al mismo tiempo; sin embargo, cuando sonó el teléfono, tuvo que pedirles que esperaran porque solo tenía ocho tentáculos.