El poema describe las manos de la madre del autor/a que cosieron, zurcieron y arreglaron prendas para la familia a lo largo de los años, reforzando las costuras para darles fuerza y estabilidad ante los desafíos de la vida, cosiendo bolsillos para guardar recuerdos y costuras elásticas para permitir el crecimiento. Las manos de la madre nunca abandonaron su trabajo de coser y hoy siguen orando por el autor/a desde donde estén.