El documento describe la evolución de la percepción de una mujer sobre su apariencia a medida que envejece, desde la niñez hasta la vejez. A temprana edad se ve como un personaje de cuento, luego se siente insegura sobre su cuerpo en la adolescencia, pero con el tiempo aprende a aceptarse y valorarse a sí misma más allá de su apariencia física. Finalmente, en la vejez disfruta plenamente de la vida sin preocuparse por su imagen en el espejo.