El documento describe la evolución de la percepción de una mujer sobre su apariencia a medida que envejece, desde los 2 años hasta los 80 años. A través de las décadas, pasa de verse como una reina o princesa en su infancia, a sentirse insegura en la adolescencia y juventud, hasta aceptarse plenamente en la mediana edad y más allá, decidiendo vivir la vida sin preocuparse por su apariencia.