Hakim le contó a un amigo sobre su búsqueda de la mujer perfecta, viajando a través del desierto hasta Damasco y El Cairo, donde conoció mujeres con cualidades deseables pero ninguna completamente perfecta. Al final, Hakim se dio cuenta que buscar la perfección es una búsqueda frustrante que impide ver la verdadera esencia de otra persona.

2. Hakim conversaba con un amigo:
– Entonces, ¿Nunca pensaste en casarte?

3. – Sí pensé -respondió Hakim.
En mi juventud, resolví buscar a la mujer perfecta.
Crucé el desierto, llegué a Damasco, y conocí una
mujer muy espiritual y linda, pero ella no sabía nada
de las cosas de este mundo.

4. Continué viajando, y fui hacia el sur; allí
encontré una mujer que conocía el reino de
la materia y el del espíritu, pero no era
bonita.

5. Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde
cené en la casa de una moza bonita,
religiosa y conocedora de la realidad
material.

6. – ¿Y por qué no te casaste con ella?
– ¡Ah, amigo mío…! Lamentablemente ella también
quería un hombre perfecto.

7. Buscar la perfección es ir tras algo que no existe. Es
Es sinónimo de frustración, angustia, exigencia hacia mi y
hacia el otro,… Nuestra imagen idealizada de cómo debiera
ser el otro, nos hace ciegos a la verdadera esencia de la
persona.