El documento habla sobre las oportunidades que se presentan en la vida y cómo a menudo las dejamos pasar por pereza, miedo u otras razones. Da varios ejemplos como no declarar nuestro amor a alguien a tiempo, rechazar un trabajo, distanciarnos de la familia y no apreciar la belleza natural. Advierte que las oportunidades no siempre se repiten y que es importante aprovechar los momentos que Dios nos da.
3. Muchas veces por no tomar riesgos dejamos pasar
muchas cosas, entre ellas el amor, la familia, e
incluso la iglesia; y todo porque ese día no nos
apetece, tenemos pereza, o no tenemos tiempo…
Siempre existe una razón para dejar pasar las
oportunidades que nos concede la vida:
Cuando conoces a una persona, te gusta pero no lo
dices y piensas que ya llegará el momento de hablar
con aquel ser… Pero un día cualquiera te das
cuenta que ya no está disponible, le has visto con
otra persona y te enojas porque no eres tú quien
pasea de su brazo, porque ella se ve feliz y tú no.
Tuviste la oportunidad y la perdiste, no todas las
cosas giran en torno a nosotras, todo tiene su
tiempo.
4. Cuando te ofrecen un trabajo pero no
te gusta, es muy poco para ti o está
lejos de tu casa. No lo piensas y lo
dejas pasar, pero te está costando
encontrar un trabajo para ti y tus hijos,
o simplemente para que puedas vivir
tú sola e independientemente.
Recorres días completos y nada, no
encuentras trabajo; vuelves a lo que
ya habías visto, pero la plaza laboral
que antes te ofrecieron ya ha sido
ocupada. ¿Por qué no lo tomaste?
Desde ese trabajo podías haber
ampliado tus horizontes y quizás con
algo en las manos tendrías una mejor
oportunidad para ver otras cosas, pero
no, has dejado escapar la oportunidad.
5. Cuando estás molesta con algún familiar y te duele
mucho que no te reconozcan en nada: Te sientes poco
querida por la familia, y en tu orgullo dañado no te
sientes capaz de ir y mostrar amor a quien te está
tratando mal. No tienes fuerzas para pagar con bien el
mal, ¿pero cómo vamos hacer eso? Sería denigrante.
Cuando te decides ir a ver tu familia ya no puedes, ha
pasado tanto tiempo que en vez de acercarse a ti, se
han alejado mucho más porque nunca estabas presente
en los eventos importantes de la familia (fallecimientos,
cumpleaños, fiestas, etc.) Ya es tarde, nadie está
dispuesto a dejarse atropellar por ti, pues estás tan alto
que difícilmente ves lo que está por debajo de ti. Has
vuelto a dejar pasar la oportunidad de estar con tu
familia y ser feliz con ellos.
6. Pasas y ves hermosas flores, el campo te muestra una gran variedad de cosas hermosas
que son una bendición para los ojos, pero estás tan sumida en tus pensamientos, tan
deprimida, tan amargada, que no te das cuenta de las maravillas que Dios te muestra.
La próxima vez que vuelvas al campo las flores ya no estarán, los coloridos campos
verdes se vuelve monótono y apagado porque llega el invierno; sólo verás soledad y
tristezas en el paisaje y recordaras que pasaste por allí y no te paraste a respirar tanta
belleza que Dios ha puesto ante tus ojos, has vuelto a dejar pasar la oportunidad.
Cuando tienes hijos, le dedicas tanto tiempo a trabajar, a estar con amigas, a salir de
fiestas y disfrutar la vida, que cuando llegas a casa ya todos duermen, casi no los ves.
Cuando te das cuenta están tan grandes que ya no los puedes controlar.
Te has perdido unos buenos años de crecimiento donde los principios morales y de
buena conducta son tan importantes que se te escapó de las manos. Hoy tus hijos tienen
vida propia y te critican todo el tiempo por no haber estado. Has vuelto a dejar escapar la
oportunidad de ver a tus hijos moldeados a tu manera.
No dejemos escapar los momentos que Dios nos regala en la vida, toma tu tiempo para
todo, piensa lo que harás en la vida, no dejes escapar las cosas de tus manos. Las
oportunidades muchas veces se presentan una sola vez en la vida, y si no tienes la
sabiduría de verlo lo habrás perdido todo.
Dios nos da muchas oportunidades, pero eso no quiere decir que todo lo que deseemos
estará siempre disponible.
Así es en la vida, se nos presentan oportunidades y las dejamos ir, y cuando queremos
remediarlo ya es demasiado tarde.
Desconozco su autor