La oruga Puga se sentía menospreciada por los otros animales, así que decidió irse. En el camino, un escarabajo y una araña se burlaron de ella por su apariencia. Una mariposa la animó diciendo que la verdadera belleza está en el interior y que ella también había sido oruga. Después de convertirse en una hermosa mariposa, Puga demostró a los demás animales que ella era la misma oruga de antes.