Este documento discute la sexualidad desde una perspectiva bíblica. Argumenta que el sexo es natural y bueno según el plan de Dios, y que está destinado a disfrutarse dentro del matrimonio. Explica que la Biblia presenta el sexo como un don entre la pareja, no vinculado al pecado. También identifica posibles fuentes de dificultades en la vida sexual, como malas interpretaciones bíblicas o la cultura, y ofrece sugerencias para desarrollar una vida sexual saludable basada en la comunicación y el respeto mutuo.