La sirenita estaba triste y sola al principio, pero luego hizo amigos con quienes pasaba tiempo y ya no se sentía sola. Conoció a un príncipe con quien salía a divertirse todos los días y noches, a pesar de que sus padres no la dejaban salir. Ella y el príncipe se querían mucho y no querían separarse, aunque sus amigos siempre los acompañaban.