La tarde del viernes 18 de enero, un ducto de combustible fue perforado en Tlahuelilpan, Hidalgo, México, lo que provocó la salida de un chorro de gasolina y atrajo a cientos de personas a recolectarla. Una explosión sorprendió a las personas y provocó la muerte de 132 personas, mientras que otros 15 resultaron heridos. La localidad sufre altos niveles de pobreza y muchos residentes dependen de la recolección ilegal de combustible.