La tutela es un cargo de interés público irrenunciable y temporal cuya misión es proteger los intereses personales y patrimoniales del pupilo. La tutela se extingue por muerte del pupilo, cuando desaparece su incapacidad, o si el pupilo es adoptado o reconocido. Existen diferentes clases de tutela como la testamentaria, que protege a sujetos pasivos designados en un testamento, o la legítima para menores con familiares.