El documento presenta diferentes perspectivas sobre el envejecimiento. Sugiere que envejecemos cuando nos cerramos a ideas nuevas y nos volvemos radicales, o cuando nos olvidamos de los demás. Sin embargo, también dice que la edad es algo que creamos nosotros mismos y que no envejeceremos si no creemos en la edad. Finalmente, cita varios pasajes bíblicos que ven la vejez como una etapa de sabiduría y frutos si se sigue el camino de Dios.