1. LA VIDA EN LA
CIUDAD COLONIAL
PROFESORA: Elizabeth Fuentes P.
Subsector: Historia, Geografía y Ciencias
Sociales.
2. LAS CIUDADES
• Además del hábitat rural, era en las ciudades
donde se desarrollaba la vida colonial.
• Ellas tenían calles rectas y perpendiculares.
Algunas estaban empedradas, pero lo habitual
es que fueran de tierra, de manera que
cuando hacía calor se levantabas enormes
polvaredas y cuando llovía demasiado se
convertían en barriales.
3. PLAZA DE ARMAS
• Era el centro de la ciudad, a su alrededor se
encontraban los edificios de las autoridades
de gobierno y el templo principal (la catedral).
• Por ellas paseaban las familias o se reunían a
conversar. Allí se encontraban los pregones.
• Desfilaba las procesiones religiosas, las
fiestas, los juegos.
• Se concentraba el comercio.
• Funcionaba el comercio.
7. • Durante la época colonial, era muy común reunirse en
tertulias donde, además de conversar, se tocaban
instrumentos como guitarra, guitarrón y arpa.
Durante el siglo XVIII la vida familiar cambió rotundamente.
Las reuniones sociales adquirieron gran importancia entre
la clase alta y media. En ellas, las mujeres se dedicaban a
jugar a la lotería, a las prendas y al tonto (juego de
naipes), mientras que los hombres jugaban ajedrez y
damas. Las familias, sin embargo, siguieron siendo muy
numerosas, y los matrimonios eran acordados.
• La clase alta comenzó a buscar todo tipo de vestidos y
muebles de lujo, adquiriendo la moda o su sello
propio, donde los colores oscuros fueron reemplazados por
otros más alegres y llamativos. Los hombres, en
cambio, mantuvieron el típico traje que se usaba en
Europa: casaca y chaleco, calzón corto, medias de
seda, ligas de lujo, zapatos con hebillas, bastón y espadín.
8. • Los encuentros en la calle eran muy bien
vistos, ya que después de la siesta -cinco de la
tarde- las tiendas se abrían y aparecían los
paseantes por el puente de los tajamares en
Santiago, quienes habitualmente conversaban
sobre la guerra contra Inglaterra, noticias de
España o los sucesos más importantes que
ocurrían en la ciudad.
• Más tarde, estas misma conversaciones
pasarían a convertirse en importantes
tertulias en la casa de algún criollo
acomodado.