Este documento cuenta una leyenda sobre cómo Dios creó a la mujer después de haber agotado todos los materiales al crear al hombre. Dios tomó las mejores cualidades de la naturaleza como la belleza de las flores y la suavidad de las plumas para formar a la mujer. Originalmente, el hombre se quejó de que la mujer lo hacía desdichado, pero después de una semana regresó diciendo que no podía vivir sin ella y pidió que se la devolvieran.