El documento describe el problema de que hay demasiados niños que quieren jugar en las dos canchas sintéticas durante los descansos, lo que genera desorden. Propone dividir a los niños en equipos por grado y asignar horarios de juego a cada equipo para organizar el uso de las canchas. El plan tomaría alrededor de una semana e implicaría distribuir a los niños, recopilar sus horarios preferidos e imprimir el horario resultante.