El pasaje insta a los creyentes a ejercitarse en la piedad en lugar de las fábulas profanas. La piedad, a través del entrenamiento constante, trae beneficios tanto en esta vida como en la venidera, mientras que el ejercicio físico solo provee poco. Se deben establecer hábitos piadosos como la oración, el ayuno y el estudio de la Biblia para fortalecer la fe y rechazar las creencias del mundo.