Un relato para meditar

1. LAS ERAS DE LA TECNOLOGIA A NIVEL DOCENTE
Existía en cierta región de tierras lejanas, una gran aldea, la cual debido a un fuerte sismo había
resultado destruida en su totalidad. Los pocos sobrevivientes que quedaron se dieron a la tarea de
reconstruir espacios, lugares y sobre todo vidas. La misión no sería nada fácil, ni prometía mucho,
pues no quedaba ni siquiera vestigios de la llamada modernidad o progreso, pues ni postes de
energía, ni servicios de acueducto, ni gas, ni electrodomésticos, todo había quedado destruido.
Lo único que sobrevivió a la tragedia fueron un grupo de 500 personas, entre las cuales habían
profesionales, niños y unos pocos ancianos. Todo debía comenzar desde cero. No pasó mucho
tiempo para que empezaran a surgir debates sobre la organización de la nueva aldea y solo
parecía estar ausente del todo el contexto, Magrat una dama de 35 años aproximadamente quien
antes de la tragedia se desempeñaba como docente del lugar.
Magrat observaba todo el entorno y su mente solo pensaba en la forma de reconstruir todo
aquello que tenía en su cerebro sobre los conocimientos más vastos de tecnología, pero la meta
no sería tampoco fácil de lograr, pues se carecía de cualquier medio que permitiera reconstruir esa
parte del entorno.
Después de algunas horas observo detenidamente un libro que parecía ser escrito a mano y que
tenía un título: “Libro de tecnología sin tecnología”, se sobresaltó mucho por la peculiaridad del
nombre del escrito y cómo autor estaba el nombre de Julian Pardo, nunca supo porqué le llamó la
atención ese libro y empezó a pasar las páginas, en la primera de ellas estaba el índice y una
calificación en grande por quien sería un tutor o maestro de Julian, con la siguiente frase: “Muchas
felicitaciones, has sido muy ingenioso”, tienes una calificación excelente.
Magrat leyó rapidamente el índice, pero no comprendía bien, lo que significaba cada título… por
ejemplo había uno denominado: “entre el garrote y la zanahoria” ó “viejas tecnologías que no nos
abandonan jamás” y así sucesivamente… parecía cómo si en cada título se encerrara un dejo de
sarcasmo. A partir de ese instante ella meditó sobre la tecnología y sus pro y contra.

2. A manera de conclusión este relato nos lleva a un escenario donde evidentemente dejaron de
existir todas aquellas comodidades que brindaba la tecnología, no obstante en medio del desastre
la protagonista tuvo la oportunidad de pensar en aquello que podría hacer de la tecnología algo de
uso adecuado y contando con todo el tiempo del mundo empezó a meditar sobre el título “viejas
tecnologías que no nos abandonan jamás”.
Yo quiero invitar a quienes leen este pequeño relato para que me den su opinión sobre éstas
tecnlogías que podrían estar implícitas en éste título, yo pienso que una de ellas podría ser el
papel, pues a pesar de que estamos rodeados de tantos avances en el campo tecnológico, el papel
podría ser una de las mas viejas y que al parecer no nos abandonarían… que piensan ustedes mis
queridos lectores?