Un hombre tuvo un sueño en el que estaba en la playa con Dios. Vio escenas de su vida en el cielo y dos pares de huellas en la arena, uno suyo y otro de Dios, excepto durante los momentos más difíciles cuando solo había un par. Le preguntó a Dios por qué lo había dejado solo durante esos momentos, a lo que Dios respondió que esos fueron los momentos en los que Él lo cargó, por eso solo se veía un par de huellas.