La leyenda cuenta la historia de Caraú, un joven apuesto y bailarín que vivía con su madre enferma. Una noche, Caraú asistió a un baile para pedir ayuda para su madre, pero se distrajo bailando y coqueteando toda la noche. Un amigo le avisó que su madre había muerto, castigado por haber descuidado sus deberes como hijo. Tupá, el dios del cielo, le dio plumaje negro a Caraú para que recordara su tristeza y culpa por siempre.