La leyenda mexicana cuenta la historia de Xanath, una noble totonaca que se enamoró de Tzarahuín a pesar de sus diferencias sociales. Un día dios gordo se enamoró de Xanath y la amenazó, pero ella se mantuvo firme y lo rechazó. El dios gordo, enojado, la convirtió en una planta de vainilla como castigo. La leyenda enseña que debemos ser buenos y no caer en tentaciones.