La leyenda mexicana de la piel del venado cuenta cómo los venados eran cazados fácilmente por su clara piel, hasta que uno escapó a una cueva donde vivían tres genios que lo curaron. Antes de irse, un genio le concedió un deseo, y el venado pidió protección para su especie; así, la piel de los venados cambió a un color camuflado.