La primera ley de Newton establece que un cuerpo permanecerá en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme a menos que actúen fuerzas externas sobre él. La segunda ley explica que la aceleración de un cuerpo es directamente proporcional a la fuerza neta aplicada y es inversamente proporcional a su masa. La tercera ley establece que cuando un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro, este último ejerce una fuerza igual en magnitud e opuesta en dirección sobre el primer cuerpo.