Cristian y Sebastián vivían en la ciudad más bonita. Cristian trabajaba en la empresa más grande pero la cerraron y quedó sin trabajo. Sebastián regaló a su perro Pinky a su amigo mudo Camilo pero este no lo cuidó bien. Sebastián y Cristian consiguieron un nuevo trabajo y recuperaron a Pinky, quien se recuperó gracias a sus cuidados.